30 de agosto de 2015

 

Por Una Sola Comida

Génesis 27:1-46

 

Es curioso como en el principio de este libro de Génesis, todos los problemas del pecado, entraron por una sola comida, con el fruto prohibido.

 

En este capitulo, la comida, también será central.  Pero tenemos que recordar lo que pasó dos capítulos antes, cuando Esaú, el profano, vendió su primogenitura, su herencia, por una sola comida.

 

Génesis 25:29-34     Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú

del campo, cansado, dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado. Por tanto fue llamado su nombre Edom.

 

31 Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura.

 

Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura?

 

Y dijo Jacob: Júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura.

 

Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura.

 

Hoy veremos, de quien Esaú aprendió esa obsesión por la comida.  Y veremos algunas de las consecuencias de la decisión trágica que Esaú tendrá que sufrir, por menospreciar su herencia.

 

1-4) Aconteció que cuando Isaac envejeció, y sus ojos se oscurecieron quedando sin vista, llamó a Esaú su hijo mayor, y le dijo: Hijo mío. Y él respondió: Heme aquí.  Y él dijo: He aquí ya soy viejo, no sé el día de mi muerte.

 

Toma, pues, ahora tus armas, tu aljaba y tu arco, y sal al campo y tráeme caza; y hazme un guisado como a mí me gusta, y tráemelo, y comeré, para que yo te bendiga antes que muera.

 

Es triste ver como con la edad avanzada, podemos terminar mas débiles en muchos sentidos.  Isaac perdió si visión física, pero veremos que ha perdió algo de su visión espiritual, también.

 

La familia tenia problemas, aunque eran creyentes, mayormente.  Los padres ya tenían sus favoritos, y esto se van a repetir en la vida de José mas tarde.

 

Génesis 25:28  Y amó Isaac a Esaú, porque comía de su caza;

mas Rebeca amaba a Jacob.

 

El amor especial que Isaac tenia por Esaú, estaba basado en su apetito carnal, su obsesión por la comida.

 

Bueno, no era secreto, que aun antes de su nacimiento, Dios anunció que la primogenitura, la posición del liderazgo de la familia tenia que ir con Jacob, y no con Esaú.

 

Génesis 25:22-23     Y los hijos luchaban dentro de ella; y

dijo: Si es así, ¿para qué vivo yo? Y fue a consultar a Jehová;

 

23 y le respondió Jehová:

    Dos naciones hay en tu seno,

    Y dos pueblos serán divididos desde

tus entrañas; El un pueblo será más

fuerte que el otro pueblo, Y el

mayor servirá al menor.

 

Pero ahora, en su vejez, por sus apetitos carnales, viviendo como que su dios era su vientre, Isaac estaba tratando de frustrar esa profecía, dando la bendición principal a su primogenitito, aunque Dios ha anunciado el contrario.

 

5-8) Y Rebeca estaba oyendo, cuando hablaba Isaac a Esaú su hijo; y se fue Esaú al campo para buscar la caza que había de traer.  Entonces Rebeca habló a Jacob su hijo, diciendo: He aquí yo he oído a tu padre que hablaba con Esaú tu hermano, diciendo: Tráeme caza y hazme un guisado, para que coma, y te bendiga en presencia de Jehová antes que yo muera.  Ahora, pues, hijo mío, obedece a mi voz en lo que te mando.

 

La familia andaba mal.  Normalmente cuando el padre bendecía a sus hijos, todos estaban juntos.  Era como una reunión especial de familia.

 

Pero aquí, Isaac llevaba acabo un plan secreto y Rebeca inventaba su propia estrategia en contra.

 

Lo peor de todo era como Isaac y Rebeca no tenían una comunicación saludable y abierta.  Pausa  ¿Y tu hermano?

¿Tienes una comunicación abierta y sana con tu esposa?

 

8-10) Ahora, pues, hijo mío, obedece a mi voz en lo que te mando.  Ve ahora al ganado, y tráeme de allí dos buenos cabritos de las cabras, y haré de ellos viandas para tu padre, como a él le gusta; y tú las llevarás a tu padre, y comerá, para que él te bendiga antes de su muerte.

 

La Biblia nos da casi todos los detalles.  Pero no nos da un comentario, sobre si esto era malo o bueno, la manera en que Rebeca y Jacob, querrían engañar a Isaac.

 

Y por supuesto, ya tenemos dos miles de años de especulación por teólogos y pastores.

 

Era un buen propósito, intentar proteger lo que Dios profetizó sobre Jacob, recibiendo la herencia.

 

Pero los medios que emplearon no eran nada honestos.  Jacob va a mentir a su padre, y aprovechar de su falta de visión.

 

11-12) Y Jacob dijo a Rebeca su madre: He aquí, Esaú mi hermano es hombre velloso, y yo lampiño.  Quizá me palpará mi padre, y me tendrá por burlador, y traeré sobre mí maldición y no bendición.

 

Es un poco como la historia de Sara, quien, queriendo ayudar a Dios, y faltando la paciencia, buscó hijos con su sierva, dándola a Abraham como concubina.  En los dos casos, las hermanas pensaron que Dios necesitaba su ayuda para llevar acabo su profecía.

 

Pero Jacob no era tonto.   Si esto salía mal, el seria como uno que burlaba de las debilidad de su padre, el ciego.  Algo que era prohibido mas tarde por la ley de Moisés.

 

Deuteronomio 27:18   Maldito el que hiciere errar al ciego en

el camino. Y dirá todo el pueblo: Amén.

13) Y su madre respondió: Hijo mío, sea sobre mí tu maldición; solamente obedece a mi voz y ve y tráemelos.

 

Alguien pudiera preguntar “¿Y donde está Cristo en toda esta historia?”

 

Rebeca estaba dispuesta a recibir la medición de Jacob, como Cristo estaba dispuesto a recibir la tuya, y la mía.

 

Jacob tiene que venir a su padre cubierto de la ropa de Esaú su hermano, como tu tienes que venir a tu Padre celestial en la ropa de la justicia de Cristo.

 

14-17) Entonces él fue y los tomó, y los trajo a su madre; y su madre hizo guisados, como a su padre le gustaba.

 

Y tomó Rebeca los vestidos de Esaú su hijo mayor, los preciosos, que ella tenía en casa, y vistió a Jacob su hijo menor; y cubrió sus manos y la parte de su cuello donde no tenía vello, con las pieles de los cabritos; y entregó los guisados y el pan que había preparado, en manos de Jacob su hijo.

 

Rebeca estaba muy lista, tomando control de todo.  A lo mejor esto era su plan, pensando que las cosas iban a terminar así.

 

¿Y porque ella tenia la mejor ropa de Esaú, allá en la casa, mientras Esaú estaba casado y vivía con sus mujeres?

 

Parece que ella tenia todo esto planeado, por acaso.

 

Y los dos tenían que trabajar con la prisa máxima, porque Esaú pudo regresar en cualquier momento con su guisado bien preparado.

 

18) Entonces éste fue a su padre y dijo: Padre mío. E Isaac respondió: Heme aquí; ¿quién eres, hijo mío?

 

Isaac detectaba desde el principio, que algo no estaba bien.  La voz era diferente, y la comida estaba preparada en muy poco tiempo.

 

Pero se olía la comida, su pasión, y querría empezar a comer.

 

 

 

 

Filipenses 3:18-19   Porque por ahí andan muchos, de los

cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo; el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal.

 

Cuando Pablo dio esa amonestación, como en este capitulo de Génesis, el problema ya estaba en la iglesia.

 

19) Y Jacob dijo a su padre: Yo soy Esaú tu primogénito; he hecho como me dijiste: levántate ahora, y siéntate, y come de mi caza, para que me bendigas.

 

Muchos han criticado a Jacob, ya por los siglos, pero la Biblia jamás va a criticar lo por esto.  Para Jacob, la herencia, el pacto, era todo.

 

20) Entonces Isaac dijo a su hijo: ¿Cómo es que la hallaste tan pronto, hijo mío? Y él respondió: Porque Jehová tu Dios hizo que la encontrase delante de mí.

 

Desde el principio, Isaac sospechaba que algo no estaba bien.

Para cazar, preparar, y cocinar normalmente se tenia que esperar horas.  Pero allí estaba la comida, y cómo se olía.

 

Rebeca la preparó perfectamente.  Rebeca no tenia miedo en todo esto.  Ella conocía a su esposo con sus debilidades de comida.  También conoció a sus hijos, y por cierto entendió algo del plan de Dios.

 

Dios no necesitaba su ayuda deshonesta.  Dios pudo cumplir su palabra de otra manera, pero en este caso, Dios lo va a emplear.  Dios puede usar hasta nuestros engaños y nuestras mentiras para avanzar su obra.

 

Pero esto no quiere decir que no sufriremos consecuencias.  Ciertamente habrá consecuencias.

 

21-22) E Isaac dijo a Jacob: Acércate ahora, y te palparé, hijo mío, por si eres mi hijo Esaú o no.

 

Y se acercó Jacob a su padre Isaac, quien le palpó, y dijo: La voz es la voz de Jacob, pero las manos, las manos de Esaú.

 

Algo estaba mal, pero la comida le llamaba, ¡y era caliente!

23) Y no le conoció, porque sus manos eran vellosas como las manos de Esaú; y le bendijo.  Y dijo: ¿Eres tú mi hijo Esaú? Y Jacob respondió: Yo soy.

 

Los comentaristas están divididos, sobre si era justificado o no en esa mentira.  Algunos concluyen que Jacob estaba culpable de blasfemia.  Otros dicen que sus mentiras estaban justificadas como las de las nodrizas en Éxodo, o como las de Rahab que escondía los espías y estaba bendecida por ella.

 

Y seguramente las opiniones van a continuar en conflicto, porque la Biblia no condena a Jacob por esto.  Pero si, sufrirá consecuencias.

 

25) Dijo también: Acércamela, y comeré de la caza de mi hijo, para que yo te bendiga; y Jacob se la acercó, e Isaac comió; le trajo también vino, y bebió.

 

Esto es lo que era urgente, ¡LA COMIDA!

 

Si Isaac estaba pensando bien, pudiera llamar una reunión familiar para preguntar, “¿Que esta pasando aquí?”.

 

Pero no, por la comida, tenia prisa.

 

26-29) Y le dijo Isaac su padre: Acércate ahora, y bésame, hijo mío.  Y Jacob se acercó, y le besó; y olió Isaac el olor de sus vestidos, y le bendijo, diciendo:

    Mira, el olor de mi hijo,

    Como el olor del campo que Jehová ha bendecido;

Dios, pues, te dé del rocío del cielo,

Y de las grosuras de la tierra,

Y abundancia de trigo y de mosto.

 

Sírvante pueblos,

Y naciones se inclinen a ti;

Sé señor de tus hermanos,

Y se inclinen ante ti los hijos de tu madre.

Malditos los que te maldijeren,

Y benditos los que te bendijeren.

 

Y recuérdate hermano, hermana, como descendiente de Abraham, esta bendición está cayendo sobre ti.

 

30-31) Y aconteció, luego que Isaac acabó de bendecir a Jacob, y apenas había salido Jacob de delante de Isaac su padre, que Esaú su hermano volvió de cazar.

 

E hizo él también guisados, y trajo a su padre, y le dijo: Levántese mi padre, y coma de la caza de su hijo, para que me bendiga.

 

Antes de entrar en esa drama, tenemos que recordar dos cosas.

 

Uno, Dios anunció antes de su nacimiento, que la bendición iba con Jacob, y no con el profano.

 

Dos, Esaú, el profano, menospreció su herencia, vendiendo lo, por una sola comida.

 

32-33) Entonces Isaac su padre le dijo: ¿Quién eres tú? Y él le dijo: Yo soy tu hijo, tu primogénito, Esaú.

Y se estremeció Isaac grandemente, y dijo: ¿Quién es el que vino aquí, que trajo caza, y me dio, y comí de todo antes que tú vinieses? Yo le bendije, y será bendito.

 

¿Por qué Isaac estaba temblando, casi violentamente, conforme a las palabra de Hebreo.

 

Es que ya sabia que resistiendo la palabra de Dios, Dios estaba burlando de él.  Era evidente que aun que Isaac querría dar la bendición a Esaú, no pudo.

 

Dios jamás lo permitía, de ninguna manara, con la ayuda de Rebeca o sin ella, el profano JAMAS, iba a recibir la primogenitura.

 

Por esto la bendición era irrevocable, y todo el mundo lo sabia.

 

34) Cuando Esaú oyó las palabras de su padre, clamó con una muy grande y muy amarga exclamación, y le dijo: Bendíceme también a mí, padre mío.

 

El fuerte cazador, el hombre de hombres, ahora estaba gritando como una muchacha.  Sufriendo las consecuencias de vivir como profano.

 

Como muchos hijos, e hijas de familias Cristianas, que menosprecian a su herencia, y por una sola comida u otro placer carnal, terminan condenados en su vergüenza.

 

35-36) Y él dijo: Vino tu hermano con engaño, y tomó tu bendición.

 

Y Esaú respondió: Bien llamaron su nombre Jacob, pues ya me ha suplantado dos veces: se apoderó de mi primogenitura, y he aquí ahora ha tomado mi bendición. Y dijo: ¿No has guardado bendición para mí?

 

Es como que Esaú estaba quejando “¿De que me ha servido todos estos años, vivir como tu favorito, si vamos a terminar así?”

 

37) Isaac respondió y dijo a Esaú: He aquí yo le he puesto por señor tuyo, y le he dado por siervos a todos sus hermanos; de trigo y de vino le he provisto; ¿qué, pues, te haré a ti ahora, hijo mío?

 

Es como que Isaac estaba diciendo “Lo siento, no puede hacer nada”.  Era imposible retractar lo que dijo, porque ahora, El Espíritu Santo estaba en medio.  Ahora Isaac tenia un gran temor de Dios.

 

A lo mejor bendiciendo a Jacob, se sentía el Espíritu diciendo, “esto es correcto, esto es correcto, esto es correcto”.  pausa  Lo hecho, hecho estaba.

 

38) Y Esaú respondió a su padre: ¿No tienes más que una sola bendición, padre mío? Bendíceme también a mí, padre mío. Y alzó Esaú su voz, y lloró.

 

Es de ésa escena que hablan en Hebreos, diciendo que Esaú buscaba el arrepentimiento.

 

Hebreos 12:14-17     Seguid la paz con todos, y la santidad,

sin la cual nadie verá al Señor.

 

Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados; no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura.

 

Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas.

 

Esaú va a recibir una bendición, pero no de la primogenitura, sino algo inferior.

 

39-40)    Entonces Isaac su padre habló y le dijo:

He aquí, será tu habitación en grosuras de la tierra, Y del rocío de los cielos de arriba;

Y por tu espada vivirás, y a tu hermano servirás;

Y sucederá cuando te fortalezcas, Que descargarás

su yugo de tu cerviz.

 

Esaú iba a tener cierta capacidad económica, pudo disfrutar de los placeres de la carne, no iba a morir de hambre.  Pero definidamente, perdió la primogenitura.

 

41) Y aborreció Esaú a Jacob por la bendición con que su padre le había bendecido, y dijo en su corazón: Llegarán los días del luto de mi padre, y yo mataré a mi hermano Jacob.

 

Ahora Esaú estaba pensando como Caín, el primer asesino, que encontramos en el capítulo cuatro.

 

Era mas y mas evidente que el profano, no era hijo de Dios.

 

1 Juan 3:15    Todo aquel que aborrece a su hermano es

homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él.

 

Isaac acaba de declarar que los que maldecían a Jacob sufrirían la maldición de Dios.  En un sentido, esto era el caso de Esaú.

 

42-45) Y fueron dichas a Rebeca las palabras de Esaú su hijo mayor; y ella envió y llamó a Jacob su hijo menor, y le dijo: He aquí, Esaú tu hermano se consuela acerca de ti con la idea de matarte.  Ahora pues, hijo mío, obedece a mi voz; levántate y huye a casa de Labán mi hermano en Harán,

y mora con él algunos días, hasta que el enojo de tu hermano se mitigue;

 

hasta que se aplaque la ira de tu hermano contra ti, y olvide lo que le has hecho; yo enviaré entonces, y te traeré de allá. ¿Por qué seré privada de vosotros ambos en un día?

 

Como veremos, Jacob no va a irse por unos días, sino por unos veinte años.  Y por lo que podemos leer, jamás vio a su madre mas, en toda su vida.  Las consecuencias estaban empezando.

 

Pero Rebeca aun estaba controlando todo.  Para mandar a Jacob lejos, Isaac tenia que dar el orden.  Y muchas mujeres saben que cuando se ponen en un muy mal humor, es imposible vivir con ellas.  ¿Amen?

 

Así que ella tenia su plan bien pensando, en esto también.

 

46) Y dijo Rebeca a Isaac: Fastidio tengo de mi vida, a causa de las hijas de Het. Si Jacob toma mujer de las hijas de Het, como éstas, de las hijas de esta tierra, ¿para qué quiero la vida?

 

A lo mejor Isaac ya estaba fácil de convencer.  A lo mejor respondió, “Está bien, manda lo a tu hermano, veo que así será imposible vivir contigo”, “¡Ha!, a propósito, ¿que vamos a comer?”

 

---------------------------- Doctrina ----------------------

Hay muchos que se dedican sus vidas a las cosas materiales de este mundo.  El dinero, el trabajo, para ellos, es siempre lo mas importante.  Y las cosas del reino de Dios están en segundo lugar, o olvidado completamente.

 

Pero en realidad las cosas económicas no son las mas valiosas.  Claro, todos tenemos que trabajar, pero el reino de Dios es aun mas importante.

 

Mateo 6:31-33  No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos,

o qué beberemos, o qué vestiremos?  Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.

 

33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y

su justicia, y todas estas cosas os serán

añadidas.

 

Si tu estas viviendo como que las cosas materiales son todo, tienes que entender que Dios dará estas cosas a los que le aborrece.

 

¿Como lo sabemos esto?  Pues el profano, Esaú recibió una bendición económica, y Dios lo aborrecía.  ¿Cómo sabemos que Dios aborrecía a Esaú?  Pues la Biblia lo dice tanto en Romanos como en Malaquías.

 

 

 

Malaquías 1:2-3 Yo os he amado, dice Jehová; y dijisteis:

¿En qué nos amaste? ¿No era Esaú hermano de Jacob? dice Jehová. Y amé a Jacob,

y a Esaú aborrecí, y convertí sus montes en desolación, y abandoné su heredad para los chacales del desierto.

 

Romanos 9:10-13 Y no sólo esto, sino también cuando

Rebeca concibió de uno, de Isaac nuestro padre  (pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama),

 

se le dijo: El mayor servirá al menor.  Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí.

 

Si tu solamente está viviendo por lo material, estas viviendo por lo que es inferior, lo que Dios da a aun a sus enemigos, a los que sufren su aborrecimiento.

 

Tienes que entender que hay cosas mejores que lo material y lo carnal, si no quieres duplicar los errores de Esaú.

 

---------------------------- Aplicación ---------------------

 

Es muy triste ver la carnalidad desarrollando en un hijo, una hija Cristiana.  Pero no debemos jamás De caer en el desanimo, o en la desesperanza. 

 

Dios nos reveló el caso de Esaú, pero de otros jóvenes, simplemente no lo sabemos.  Tenemos que seguir orando, rogando a Dios, clamando sus promesas.

 

Y mas que todo, dando un buen ejemplo de qué es un padre, una madre Cristiana.

 

Si tu quieres pedir la protección de tu familia de toda la carnalidad de nuestros tiempos, puedes pasar en un momento, y oraremos contigo.

 

Vamos a Orar