24 de febrero de 17

Triunfando En El D’a Malo

Salmos 143:1-12

 

En el libro de Efesios, cuando Pablo estaba llegando al fin de su ep’stola, se escribi— un poco sobre la armadura de Dios y las luchas espirituales que nosotros podemos enfrentar en esta vida, como Cristianos.

 

Efesios 6:13   Por tanto, tomad toda la armadura de Dios,

para que pod‡is resistir en el d’a malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.

 

En otros lugares, ense–ando a Timoteo, uno que era mas joven, hablaba de la los Cristianos como soldados que peleaban en una guerra.

 

2 Timoteo 2:3-4 Tœ, pues, sufre penalidades como buen

soldado de Jesucristo.  Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tom— por soldado.

 

Un poco de preparaci—n, y un poco de separaci—n del mundo, ser‡ necesario, para el que va a triunfar en el d’a malo.

 

En el Salmo de hoy veremos que el concepto de la guerra espiritual no era alguna novedad del tiempo despuŽs de Cristo, sino que los hermanos ya entendieron algo de esto siglos antes de Cristo.

 

1) Oh Jehov‡, oye mi oraci—n, escucha mis ruegos; resp—ndeme por tu verdad, por tu justicia.

 

Muchos creen que David compuso esa canci—n, esa oraci—n, cuando estaba huyendo de su hijo Absal—n.  Su propio hijo se levant— un mot’n, un golpe del estado, con otros que eran antes buenos amigos de David.

 

David basaba su oraci—n en la verdad y en la justicia de Dios.  La verdad porque David deseaba confiar en la verdad de las promesas que Dios ha revelado en su palabra.

 

La justicia, porque David jam‡s rob— el trono, ni la pidi—, sino que fue escogido por Dios, para ese gran oficio. 

 

David jam‡s trataba de quitar Saœl del trono, pero ahora, estaba huyendo a los desiertos, como antes, cuando Saœl, y sus hombres estaban cazando a ese gran hombre de Dios.

 

Pero ese d’a malo era mas confuso y dif’cil por otras razones.  David ten’a problemas con sus hijos como consecuencia de su pecado con BetsabŽ, a–os atr‡s.

 

2 Samuel 12:10 ÒAhora, en castigo, la violencia jam‡s se

apartar‡ de tu propia familia, pues menospreciaste al Se–or y tomaste como mujer a la esposa de Ur’as el hitita.Ó

 

As’ que ese d’a malo era sumamente duro, porque no eran enemigos normales, sino amigos antiguos, y hasta su propio hijo, que estaba tan rebelde, no solamente por su propia maldad, sino por una maldici—n generacional.

 

1-2) Oh Jehov‡, oye mi oraci—n, escucha mis ruegos; resp—ndeme por tu verdad, por tu justicia.  Y no entres en juicio con tu siervo; Porque no se justificar‡ delante de ti ningœn ser humano.

 

David, como entend’a bien el evangelio, sabia que no pudo pedir nada por su propia justicia.  No quiere ser juzgado mas, est‡ rogando como un pobre pecador.

 

2) Y no entres en juicio con tu siervo; Porque no se justificar‡ delante de ti ningœn ser humano.

 

Estudiando bien a ese verso, se puede ver que era realmente parte del fundamento del evangelio de Cristo.  Est‡ citado mucho en el nuevo testamento.

 

G‡latas 2:16   Sabiendo que el hombre no es justificado por

las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros tambiŽn hemos cre’do en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie ser‡ justificado.

 

David vino a Dios, creyendo en la doctrina revelada mas claramente por Pablo, de la justificaci—n por fe.

 

TambiŽn en.

 

 

Romanos 3:19-20 Pero sabemos que todo lo que la ley dice,

lo dice a los que est‡n bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios; ya que por las obras de la ley ningœn ser humano ser‡ justificado delante de Žl; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.

 

David sabia que no pudo venir delante de Dios, basando su petici—n en sus propios meritos.  Pero sabiendo esto, pudo triunfar en el d’a malo.

 

3) Porque ha perseguido el enemigo mi alma;

Ha postrado en tierra mi vida; me ha hecho habitar en tinieblas como los ya muertos.

 

ÀPero quien es realmente ese enemigo?  Los que saben la historia de Absal—n, saben que David no quiso ver lo matado.

 

Es posible que David tenia aun mas conocimiento de las doctrinas del nuevo testamento.

 

1 Pedro 5:8-9  Sed sobrios, y velad; porque vuestro

adversario el diablo, como le—n rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.

 

David va a triunfar en ese d’a malo, porque David sabe como resistir.  En el d’a malo, el hermano, la hermana o hasta los j—venes, tienen que saber como luchar.

 

Efesios 6:12   Porque no tenemos lucha contra sangre y carne,

               sino contra principados, contra potestades,

contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

 

A veces por nuestra propia culpa, a veces en la providencia de Dios para ayudar nos a crecer, a veces, hasta por infamias de nuestros antepasados, podemos encontrar nos, en el d’a malo.  Y es importante entender c—mo luchar bien, porque no todos salgan triunfantes.

Efesios 6:13   Por tanto, tomad toda la armadura de Dios,

para que pod‡is resistir en el d’a malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.

Los Cristianos que realmente no aprendan de la armadura, que no avanzan en su conocimiento de la palabra, pueden terminar se como los que no se quedan firmes, en el d’a malo.

 

4) Y mi esp’ritu se angusti— dentro de m’; est‡ desolado mi coraz—n.

 

David no estaba negando la desolaci—n de su coraz—n, sino la confesaba, honestamente a su Dios.

 

Su esp’ritu estaba bajo un ataque fuerte, serio, peligroso, pero por a–os de experiencia, David sabia quŽ hacer, para triunfar en el d’a malo.

 

Aunque ser’a muy triste, aceptar que su hijo Absal—n iba a morir por su rebeli—n, pero David, como triunfador iba a sobrevivir.

 

Se ve en la vida de David, que el pecado, aun el pecado perdonado, puede ser, de todos modos, costoso.

 

5) Me acordŽ de los d’as antiguos; meditaba en todas tus obras; reflexionaba en las obras de tus manos.

 

Cuando uno est‡ pasando por el d’a malo, se puede, si ya tiene experiencia con Dios, reflexionar, meditar en c—mo Dios siempre ha sido fiel en las aflicciones de antes.

 

Y esto puede alimentar tu mente.  Porque el deseo del demonio es acabar con tu confianza y con tu esperanza.

 

David tenia mucha material en su memoria, empezando en su juventud, con Goliat, y tambiŽn muchas otras batallas, y escapes misteriosos.

 

Reflexionando en esa experiencia, uno puede encontrar el poder. Por esto tenemos la Santa Cena, (que ya viene pronto), para ayudar nos a recordar c—mo nosotros hemos sido rescatados por la muerte de Cristo.

 

6) Extend’ mis manos a ti, mi alma a ti como la tierra sedienta. Selah

 

David tenia sed para su Dios.  Tenia que sentir su presencia, tenia que recuperar su confianza, su fe, su esperanza, aun como uno que ha pecado antes, pero andaba sirviendo a Dios, y confiando en las promesas de su pacto.

 

Bueno, esto era la primera mitad del salmo, que era mayormente la preparaci—n antes de realmente orar y entregar sus peticiones.

 

Pero ahora va a rogar en serio.

 

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7) Resp—ndeme pronto, oh Jehov‡, porque desmaya mi esp’ritu;

No escondas de m’ tu rostro, no venga yo a ser semejante a los que descienden a la sepultura.

 

Lo bueno en todo esto es la manera en que David est‡ confesando su necesidad de Dios.  David no viv’a como una persona independiente, sino uno que no pudo vivir sin su Dios.  ÀY tu hermano, hermana, vives expresando tu dependencia de Dios, o vives como una persona que puede manejar su vida c—modamente en tu propio poder?

 

7) Resp—ndeme pronto, oh Jehov‡, porque desmaya mi esp’ritu;

No escondas de m’ tu rostro, no venga yo a ser semejante a los que descienden a la sepultura.

 

La necesidad de David, para su Dios, era desesperada.

ÀAlguna vez has orado as’?

 

8) Hazme o’r por la ma–ana tu misericordia, porque en ti he confiado; Hazme saber el camino por donde ande, porque a ti he elevado mi alma.

 

Aunque David ya era un hombre de mucha experiencia, en las batallas y en el gobierno, no pensaba ÒBueno, yo se lo que voy a hacerÓ.

 

No, nada de esto, sino que buscaba la gu’a de Dios.  Sabia que la sabidur’a suprema no era la sabidur’a humana, sino la divina.

 

Aun por el gran peligro que era Ahitofel, su ex consejero, David no trataba de formar planes en su propia fuerza, sino confiaba en la ayuda de Dios.

 

2 Samuel 15:31 Y dieron aviso a David, diciendo: Ahitofel

est‡ entre los que conspiraron con Absal—n. Entonces dijo David: Entorpece ahora, oh Jehov‡, el consejo de Ahitofel.

 

Y mas tarde se ve’a el resultado.

2 Samuel 17:14 Entonces Absal—n y todos los de Israel

dijeron: El consejo de Husai arquita es mejor que el consejo de Ahitofel. Porque Jehov‡ hab’a ordenado que el acertado consejo de Ahitofel se frustrara, para que Jehov‡ hiciese venir el mal sobre Absal—n.

 

David pudo, triunfar en el d’a malo, porque David confiaba en su Dios, y sabia c—mo luchar correctamente.

 

9) L’brame de mis enemigos, oh Jehov‡; En ti me refugio.

 

Una vez mas, David no confiaba en su propio poder, ni astucia, sino que rogaba al Dios omnipotente, que siempre tiene mil maneras de resolver un problema.

 

10) EnsŽ–ame a hacer tu voluntad, porque tœ eres mi Dios;

Tu buen esp’ritu me gu’e a tierra de rectitud.

 

A veces hay hermanos que aprenden mucho de las escrituras, de las profec’as, de la historia de la iglesia, solamente por su fascinaci—n, o porque es algo interesante.

 

Pero David deseaba aprender la voluntad de Dios, para hacer la. 

 

Nosotros vivimos en una Žpoca de informaci—n que es abundante y en muchos casos gratis.  Se puede bajar libros cl‡sicos de teolog’a por el Internet y leer los en una pantalla.

 

Pero tenemos que tener cuidado, aprendiendo solamente para aprender.

 

1 Corintios 8:1-3    En cuanto a lo sacrificado a los ’dolos,

sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, pero el amor edifica.

 

Y si alguno se imagina que sabe algo, aœn no sabe nada como debe saberlo.  Pero si alguno ama a Dios, es conocido por Žl.

 

El mucho conocimiento puede convertir se en el orgullo, si no estamos activos en aplicar lo que estamos aprendiendo.

Por esto, David aprendi— para hacer, la voluntad de Dios.

 

10) EnsŽ–ame a hacer tu voluntad, porque tœ eres mi Dios;

Tu buen esp’ritu me gu’e a tierra de rectitud.

Aunque se viv’a siglos antes de Cristo, David tuvo un entendimiento avanzado del Esp’ritu Santo.  Deseaba, y oraba para estar guiado por el esp’ritu para evitar los problemas de la carne.

 

G‡latas 5:16-17 Digo, pues: Andad en el Esp’ritu, y no

satisfag‡is los deseos de la carne.

 

Porque el deseo de la carne es contra el Esp’ritu, y el del Esp’ritu es contra la carne; y Žstos se oponen entre s’, para que no hag‡is lo que quisiereis.

 

Pablo nos ha dado mucha instrucci—n sobre las luchas espirituales, pero David estaba enterado de todo de esto, siglos antes.

 

11) Por tu nombre, oh Jehov‡, me vivificar‡s; Por tu justicia sacar‡s mi alma de angustia.

 

David sent’a como que su vida espiritual estaba acabando, bajo las grandes aflicciones.  Pero luchando bien, llevando sus necesidades a su Dios, David sabia c—mo triunfar en el d’a malo.

 

12) Y por tu misericordia disipar‡s a mis enemigos,

Y destruir‡s a todos los adversarios de mi alma, Porque yo soy tu siervo.

 

Nosotros estamos viviendo en tiempos extra–os.  NotŽ en la noticias de hoy como en Stamford, Connecticut, EE UU, ayer, una mujer desnuda entro en una iglesia cat—lica y empez— a destruir las paredes y las ventanas.

 

Hay muchas cosas extra–as que el diablo est‡ haciendo ya, y los que sirvan a Cristo, en cualquier capacidad ahora tienen enemigos.

 

Pero el gran enemigo detr‡s de todos es el diablo.

 

Llegando ya casi al fin del libro de los Salmos, hemos visto muchos salmos con oraciones imprecatorias, o sea salmos que pidan la destrucci—n de nuestros enemigos.

 

Y hay mas y mas hermanos involucrados en la guerra espiritual que ense–an que estas oraciones pueden estar empleadas en contra de los demonios.  A veces esa forma de oraci—n lleva el nombre, Òla oraci—n ofensivaÓ.

Unos ejemplos.

 

Cuando un hermano est‡ bajo el ataque constante, de demonios con sus tentaciones o sus condenaciones, algunos oren..

 

Salmos 69:24   Derrama sobre ellos tu ira,

               Y el furor de tu enojo los alcance.

 

Pidiendo que Dios mande furor sobre los demonios que est‡n molestando al hermano, o a la hermana.  Supuestamente esto est‡ funcionado bien con hermanos que han sido liberados de demonios que tratan de regresar con sus mentiras..

 

O tambiŽn..

 

Salmos 58:6    Oh Dios, quiebra sus dientes en sus bocas;

Quiebra, oh Jehov‡, las muelas de los leoncillos.

 

Aunque los demonios son esp’ritus y no tienen dientes, est‡n reportando Žxito en las batallas, para los que est‡n luchando para triunfar en el d’a malo, pidiendo que Dios mande fuego a sus enemigos espirituales, estos hermanos, y hermanas siendo siervos del Dios alt’simo.

 

=========================== Conclusi—n ======================

 

Si tu has tenido luchas fuertes, en esto tiempos oscuros, este Salmo nos ha ense–ado que hay maneras de orar, y maneras de luchar, que son eficaces, y que tu tambiŽn puedes vivir como una persona triunfante, en el d’a malo.

 

Si esto es tu deseo, puedes pasar en un momento, y queremos orar para ti.

 

Lucas 10:19-20 He aqu’ os doy potestad de hollar serpientes y

escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os da–ar‡.

 

Pero no os regocijŽis de que los esp’ritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres est‡n escritos en los cielos.

 

Vamos a Orar