19 de mayo de 17

Evitando El Anzuelo

Proverbios 1:1-33

 

Empezando un libro nuevo, estaremos entrando otra vez en la sabidur’a profunda de Salom—n. Y en este primer capitulo, aprenderemos algo de c—mo evitar el anzuelo, que el diablo est‡ tirando a muchos, cubierto, por supuesto, con una bella carnada.

 

1) Los proverbios de Salom—n, hijo de David, rey de Israel.

Los que conocen la historia de Salom—n, saben que cuando Žl se empez— a reinar, se pidi— de Dios la sabidur’a necesaria para guiar un pa’s tan importante.

 

2 Cr—nicas 1:9-12    Conf’rmese pues, ahora, oh Jehov‡ Dios,

tu palabra dada a David mi padre; porque tś me has puesto por rey sobre un pueblo numeroso como el polvo de la tierra.

 

Dame ahora sabidur’a y ciencia, para presentarme delante de este pueblo; porque ŔquiŽn podr‡ gobernar a este tu pueblo tan grande?

 

Y dijo Dios a Salom—n: Por cuanto hubo esto en tu coraz—n, y no pediste riquezas, bienes o gloria, ni la vida de los que te quieren mal, ni pediste muchos d’as, sino que has pedido para ti sabidur’a y ciencia para gobernar a mi pueblo, sobre el cual te he puesto por rey,

 

sabidur’a y ciencia te son dadas; y tambiŽn te darŽ riquezas, bienes y gloria, como nunca tuvieron los reyes que han sido antes de ti, ni tendr‡n los que vengan despuŽs de ti.

 

La sabidur’a de Salom—n vino directamente de Dios, y era legendaria.  Pero aunque Salom—n era un hombre de dones especiales, y una mente espectacular, su deseo era comunicar esa sabidur’a a todos, a todos los que estaban dispuestos a humillar se, y a vivir como personas capaces de aprender con paciencia.

2) Para entender sabidur’a y doctrina, para conocer razones prudentes,

 

Esto es una gran invitaci—n.  Salom—n tenia la experiencia y el Esp’ritu Santo estaba guiando, para ofrecer esa sabidur’a a cualquier persona que sea dispuesta.

 

Y los que aprenden por estas paginas, pueden evitar muchas aflicciones graves.  Y los padres, o las madres que ense–an a sus hijos, por estas paginas, pueden evitar muchas tristezas  innecesarias.

 

3) Para recibir el consejo de prudencia, justicia, juicio y equidad;

 

La sabidur’a es mucho mas que un mont—n de informaci—n.  Hay hombres y mujeres con mucha educaci—n formal, que aun no han aprendido la sabidur’a.

 

Uno puede asistir muchos a–os en las universidades, hasta en los semanarios modernos, y salir sin sabidur’a.

 

En los tiempos de Cristo, los fariseos sab’an mucho sobre las escrituras, pero estaban ignorantes de las cosas mas importantes, presentadas en este verso.

 

Mateo 23:23    !!Ay de vosotros, escribas y fariseos,

hip—critas! porque diezm‡is la menta y el eneldo y el comino, y dej‡is lo m‡s importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.

 

Es mas que simplemente conocer doctrinas, tiene que ver con tu relaci—n con Dios, y con la vida de Cristo, morando en tu ser.

 

4) Para dar sagacidad a los simples, y a los j—venes inteligencia y cordura.

En los cap’tulos tempranos de este libro, es evidente que Salom—n est‡ hablando a los j—venes.  Tal vez j—venes que estaban por primera vez dejando la casa para vivir en otra parte, como es comśn en nuestros tiempos cuando algunos j—venes se van a vivir cerca de una universidad.

 

Pero lastimosamente, las universidades modernas son mas capaces de borrar la poca sabidur’a que uno tiene, que darle mas, aparte de en unos temas tŽcnicos.

En nuestra Žpoca, en nuestra generaci—n es mejor que los j—venes aprenden lo que van a aprender de la sabidur’a en el hogar, antes de que se salgan.

 

5) Oir‡ el sabio, y aumentar‡ el saber, y el entendido adquirir‡ consejo,

 

Este verso ense–a que aunque hay instrucci—n aqu’ para los j—venes, esto no es solamente para los j—venes.

 

Los que aun est‡n humildes, y dispuestos a aprender, pueden avanzar mucho en su conocimiento de la sabidur’a de Dios.

 

6) Para entender proverbio y declaraci—n, palabras de sabios, y sus dichos profundos.

 

Veremos algo de repetici—n en los proverbios.  El mismo concepto puede aparecer una y otra vez pero en un contexto diferente.

 

Esto es porque escuchando solamente una vez, no es muy claro, a veces, la profundidad del asunto.

 

Pero avanzando, y meditando, uno puede por fin, entender exactamente lo que Dios quiere otorgar.

 

7) El principio de la sabidur’a es el temor de Jehov‡; los insensatos desprecian la sabidur’a y la ense–anza.

 

Esto es tal vez el verso mas importante del capitulo.

Los que desean vivir insistiendo de que son ateos, jam‡s van a descubrir las joyas escondidas aqu’.  Como aprendimos en Salmos.

 

Salmos 14:1    Dice el necio en su coraz—n:

               No hay Dios.

 

Si uno desea negar la existencia o la bondad de Dios, olvida lo, est‡ descalificado de toda forma de sabidur’a.

 

7) El principio de la sabidur’a es el temor de Jehov‡; los insensatos desprecian la sabidur’a y la ense–anza.

 

Si uno no tiene nada del temor de Dios, no es el momento de estar edificado en la sabidur’a, sino que, como veremos mas tarde, es tiempo de preparar se para la mas profunda humillaci—n.

 

8-9) Oye, hijo m’o, la instrucci—n de tu padre, y no desprecies la direcci—n de tu madre; Porque adorno de gracia ser‡n a tu cabeza, y collares a tu cuello.

 

Cuando hablo con j—venes Cristianos, siempre trato de recordar les que no es accidente que tienen los padres que tienen.

 

Fue plan de Dios que estos sean sus padres.  Y deben de escuchar les, si sus padres no son personas de gran maldad.

 

Y los que tienen la humildad de escuchar el consejo de sus padres, normalmente evitan gran cantidad de errores.  Se empiezan sus vidas con grandes reputaciones.  Por esto dice Porque adorno de gracia ser‡n a tu cabeza, y collares a tu cuello.

 

Van a salir de sus casas con una reputaci—n de honra y de dignidad.  Esto es lo que quiere comunicar con el ŇcollarÓ.

 

Recordando lo que aprendemos en Daniel.  Interpretando el sue–o de Belsasar el rey dijoÉ

 

Daniel 5:16    Yo, pues, he o’do de ti que puedes dar

interpretaciones y resolver dificultades. Si ahora puedes leer esta escritura y darme su interpretaci—n, ser‡s vestido de pśrpura, y un collar de oro llevar‡s en tu cuello, y ser‡s el tercer se–or en el reino.

 

Y as’ es el hijo que puede escuchar a sus padres con paciencia, est‡ adornado con honor.

 

10) Hijo m’o, si los pecadores te quisieren enga–ar, no consientas.

 

Ahora Salom—n, el sabio, va a revelar las t‡cticas del diablo.  Sal Pablo dice Ňpues no ignoramos sus maquinacionesÓ.

 

Y esto es la verdad, pero cuando hay poco estudio de las escrituras, hay muchos, aun en las iglesias que s’ est‡n ignorantes de sus maquinaciones y sus tŽcnicas.

 

El diablo viene con una buena carnada de tentaci—n, de riquezas de placeres, de exaltaci—n personal, pero dentro de todo existe un azuelo de esclavitud, cubierto y escondido.

 

11) Si dijeren: Ven con nosotros; pongamos asechanzas para derramar sangre, acechemos sin motivo al inocente;

 

Esto est‡ hablando de algo como una pandilla antigua, que desea encontrar el dinero f‡cil, en vez de trabajar honestamente.

 

12-14) Los tragaremos vivos como el Seol, y enteros, como los que caen en un abismo; hallaremos riquezas de toda clase, llenaremos nuestras casas de despojos; Echa tu suerte entre nosotros; tengamos todos una bolsa.

 

Normalmente no es tan obvio lo que dicen, tal vez en las carteles muy violentes, pero en el fondo es siempre el mismo.

 

Los j—venes que desean estar aceptados por sus amigos, se sientan la presi—n de hacer lo que ellos hacen.  Est‡n normalmente dispuestos a vestir se como ellos, y hablar como ellos, y hasta participar en sus barbaridades de criminalidad y hasta sus vicios.

 

El problema es que en muchos casos, los j—venes encuentran su identidad en su grupo de amigos.  Y por supuesto el diablo va a emplear esa debilidad para plantar su anzuelo.

 

Pero el prop—sito de este capitulo es preparar te para evitar el anzuelo.

 

Y si tu hermano crees que esto no afecta a ti, porque no eres un joven, piensa lo en lo que pas— con Salom—n.

 

Mas tarde este sabio, Salom—n, no pensando mas en estas verdades, se tragar‡ el mismo anzuelo, adoptando los ’dolos de sus esposas ex—ticas.  Esto no es solamente para los j—venes, sino que tenemos que estar siempre alertos, toda la vida, si queremos evitar el anzuelo.

 

15) Hijo m’o, no andes en camino con ellos. Aparta tu pie de sus veredas, porque sus pies corren hacia el mal, y van presurosos a derramar sangre.

 

Cristo ense–aba que solamente hay dos caminos en esta vida.  Los que caigan en estos enga–os, en estas mentiras, f‡cilmente pueden caminar por el camino espacioso, sin saber que han sido desviados.

 

 

 

 

 

Mateo 7:13-14  Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es

               la puerta, y espacioso el camino que lleva a

               la perdici—n, y muchos son los que entran por

               ella; porque estrecha es la puerta, y angosto

               el camino que lleva a la vida, y pocos son los

               que la hallan.

 

El diablo no puede forzar te a nada, pero con el enga–o, si no est‡s preparado, si no eres alerto, aun un sabio como Salom—n o como David, puede caer.

 

17) Porque en vano se tender‡ la red ante los ojos de toda ave;  Pero ellos a su propia sangre ponen asechanzas, y a sus almas tienden lazo.

 

Estos j—venes pandilleros piensan, por las doctrinas de demonios, crean que van a destruir a otros, pero en la realidad, van a destruir a ellos mismos.  Como Salom—n dir‡ mas tarde.

 

Proverbios 26:27     El que cava foso caer‡ en Žl;

Y al que revuelve la piedra, sobre Žl le volver‡.

 

19) Tales son las sendas de todo el que es dado a la codicia,

La cual quita la vida de sus poseedores.

 

El amor al dinero puede ser ra’z de muchas formas de maldad.

No el dinero mismo, sino el amor al dinero.

 

Bueno, toda esa instrucci—n viene con amor a los hijos de Dios, a los escogidos por la gracia.  El prop—sito de todo esto es evitar problemas y tristezas.

 

Aunque el ejemplo es de un robo violento, el principio es el mismo para otros cr’menes, u otros vicios, u otras formas de inmoralidad.

 

En todas esas tentaciones el diablo, el le—n rugiente ha escondido su anzuelo, y la ense–anza aqu’ es para ayudar a un ser querido, evitar el anzuelo.

 

20-21) La sabidur’a clama en las calles, alza su voz en las plazas;  Clama en los principales lugares de reuni—n;

En las entradas de las puertas de la ciudad dice sus razones.

 

Existe una gran diferencia entre lo que ense–a la sabidur’a y la llamada a la criminalidad.  Los delincuentes tienen mucho que esconder, no pueden publicar a todo el mundo lo que hacen.

 

Pero los hijos de Dios pueden proclamar sus verdades en las calles, no es secreto lo que nosotros estamos haciendo.

 

Solamente cuando hay grandes persecuciones, tenemos que esconder algo, pero la sabidur’a es muy publica.  Est‡ clamada a todos que desean escuchar.  Esto es lo que ella diceÉ

 

22) ŔHasta cu‡ndo, oh simples, amarŽis la simpleza, y los burladores desear‡n el burlar, Y los insensatos aborrecer‡n la ciencia?

 

Muchos, cuando escuchan el evangelio en nuestros tiempos, se burlan, se aborrecen la sabidur’a, pero ni modo, es nuestra obligaci—n proclamar la a todos.

 

23) Volveos a mi reprensi—n; he aqu’ yo derramarŽ mi esp’ritu sobre vosotros, y os harŽ saber mis palabras.

 

Y esa sabidur’a es gratis, no se cobra nada.  Una persona pobre puede asistir a la iglesia aprendiendo aun si no tiene ni un centavo para contribuir.

 

Pero ahora Salom—n, una vez mas en amor, desando el mejor para los suyos, va a revelar las consecuencias de seguir burlando de la palabra de Dios.

 

24) Por cuanto llamŽ, y no quisisteis o’r, Extend’ mi mano, y no hubo quien atendiese,

 

La mano de Dios est‡ extendida ahora, aun al mas sucio pecador, que desea empezar una vida nueva.  Dios est‡ dispuesto a perdonar, y a ayudar a quien sea para empezar de nuevo.  Pero..

 

24-25) Por cuanto llamŽ, y no quisisteis o’r, Extend’ mi mano, y no hubo quien atendiese, sino que desechasteis todo consejo m’o Y mi reprensi—n no quisisteis,

 

Los que rechazan la oferta valiosa de Dios, los que burlan del Esp’ritu Santo, los que vomitan sus blasfemias sobre la Sangre de Cristo derramada por los pecadores, siempre, siempre tienen que pagar caro, muy caro.

26) TambiŽn yo me reirŽ en vuestra calamidad, y me burlarŽ cuando os viniere lo que temŽis;

 

La sabidur’a verdadera, tambiŽn sabe burlar.  Y n—talo, es una promesa.  La sabidur’a no va a estar llorando, sin burlando cuando viene el desastre.

 

Y esto es algo que Salom—n sabia que sus hijos ten’an que escuchar.

 

27) Cuando viniere como una destrucci—n lo que temŽis,

Y vuestra calamidad llegare como un torbellino; cuando sobre vosotros viniere tribulaci—n y angustia.

 

La sabidur’a no va a sentir lastima para ti, si insistes en caminar en la rebeli—n, sino que la sabidur’a va a re’r.

 

28) Entonces me llamar‡n, y no responderŽ; me buscar‡n de ma–ana, y no me hallar‡n.

 

Esto es otra promesa.  Los que siempre piensan que se pueden reconciliar se con Dios mas tarde, o poner su vida en orden mas tarde, pueden encontrar una gran sorpresa, la sabidur’a ha prometido que no va a escuchar cuando es muy tarde.

 

Vimos esto en la vida de Esaś.

 

Hebreos 12:14-17     Seguid la paz con todos, y la santidad,

sin la cual nadie ver‡ al Se–or.  Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna ra’z de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados; no sea que haya algśn fornicario, o profano, como Esaś, que por una sola comida vendi— su primogenitura.

 

Porque ya sabŽis que aun despuŽs, deseando heredar la bendici—n, fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procur— con l‡grimas.

 

Las amonestaciones son serias, esto no es ni una broma ni un juego.  Y Cristo Jesśs ense–aba b‡sicamente la misma doctrina en sus par‡bolas.

 

 

Lucas 13:23-27 Y alguien le dijo: Se–or, Ŕson pocos los que

se salvan? Y Žl les dijo: Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurar‡n entrar, y no podr‡n.

 

DespuŽs que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecŽis a llamar a la puerta, diciendo: Se–or, Se–or, ‡brenos, Žl respondiendo os dir‡: No sŽ de d—nde sois.

 

Entonces comenzarŽis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas ense–aste.  Pero os dir‡: Os digo que no sŽ de d—nde sois; apartaos de m’ todos vosotros, hacedores de maldad.

 

29) Por cuanto aborrecieron la sabidur’a, y no escogieron el temor de Jehov‡, ni quisieron mi consejo, y menospreciaron toda reprensi—n m’a, comer‡n del fruto de su camino, y ser‡n hastiados de sus propios consejos.

 

Las amonestaciones de Dios vienen en amor, porque es el enga–o del enemigo pensar que te puedes andar en la rebeli—n con impunidad.

 

32) Porque el desv’o de los ignorantes los matar‡, Y la prosperidad de los necios los echar‡ a perder; mas el que me oyere, habitar‡ confiadamente y vivir‡ tranquilo, sin temor del mal.

 

Esto es lo que tu Padre celestial quiere para ti, la capacidad de habitar‡ confiadamente y vivir sin temor.

 

Solamente tenemos que escuchar lo, con paciencia, y incorporar su sabidur’a en nuestras vidas diarias.

 

------------------------- Doctrina --------------------------

Una gran ense–anza aqu’ en este capitulo es la manera en que los j—venes, y los que no son tan j—venes pueden buscar su identidad en su grupo de amigos.

 

Pero esto puede ser sumamente peligroso si tus amigos no son creyentes que realmente caminan con Dios.

 

Podemos ver como en el nuevo testamento, Pablo trataba de ayudar todos a anclar su identidad en Cristo, y no en sus amigos.

2 Corintios 5:17     De modo que si alguno est‡ en Cristo,

nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aqu’ todas son hechas nuevas.

 

Para resistir los enga–os poderosos, tenemos que afirmar quines somos.  Nosotros somos criaturas nuevas.  Y bajo las tentaciones tu puedes decir en voz alto, Ňyo soy criatura nuevaÓ.

 

1 Corintios 3:16     ŔNo sabŽis que sois templo de Dios,

y que el Esp’ritu de Dios mora en vosotros?

 

Y n—talo hermano, no dice que debemos de ser templo de Dios, sino que dice la verdad, somos templo de Dios, esto es tu identidad, esto es quien eres.

 

ňltimamente he pensado mucho en la canci—n que cantamos, sobre la libertad, porque es una canci—n poderosa.

 

G‡latas 5:1    Estad, pues, firmes en la libertad con que

Cristo nos hizo libres, y no estŽis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.

 

Leyendo esto tu puedes concluir algo de tu identidad, ŇYo soy libre, y voy a continuar libre.Ó

 

En fin, para evitar el anzuelo, que el diablo siempre estar‡ ofreciendo te, es necesario encontrar tu identidad, en la verdad de las escrituras.

 

Tu tienes que saber, exactamente quien eres, y una vez conociendo esto muy bien, comunicar el mismo a tus hijos, antes que llegan a la edad de estar muy influenciados por los amigos, mundanos.

 

Si esto es lo que deseas, tomar control sobre como pienses de tu identidad, puedes pasar en un momento, y queremos orar para ti.

 

Vamos a Orar