10 de enero de 20

 

Espiritualmente Insaciable

Filipenses 3:1-21

 

Para proteger a las iglesias, de los errores de los jud’os, que siembre estaban tratando de distorsionar el evangelio, y tomar control de las ense–anzas, Pablo era la persona ideal.

 

Pablo era uno de los fariseos mas fuertes, antes, unos de los mas preparados, mas energŽticos, en contra de las iglesias, y sabia ya, todos sus trucos.

 

Y en el capitulo de hoy, se va a emplear toda esa experiencias, todo su conocimiento para preparar a nosotros.

 

1) Por lo dem‡s, hermanos, gozaos en el Se–or. A m’ no me es molesto el escribiros las mismas cosas, y para vosotros es seguro.

 

Los hermanos de esta iglesia no eran aun bajo tantos ataques como los de g‡latas, que ya estaban cambiando la verdad para otro evangelio.

 

G‡latas 1:6 Estoy maravillado de que tan pronto os hay‡is

alejado del que os llam— por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente.

 

En G‡latas, ya estaban sufriendo da–os, pero los Filipenses aun no.  Pero ten’an que preparar se, porque el enemigo siempre desea meter el error, en una iglesia que est‡ prosperando.

 

2) Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo.

 

Mutiladores del cuerpo, fue para Pablo la manera de burlar de los que mandaban que los no jud’os, los gentiles sujetan a la circuncisi—n, y otros ritos obsoletos, despuŽs de Cristo.

 

Eran malos obreros, porque su producto era un legalismo en que tu pudieras ganar tu posici—n con Dios, (supuestamente) por guardar sus ritos, y desarrollar una justicia falsa.

 

2) Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo.

Perros, porque aunque se confiaban mucho en su sangre puro, descendiendo de familias distinguidas entre los jud’os, en realidad su condici—n actual era peor que los peores de los paganos.  pausa

 

Eran maneras muy fuertes de hablar, especialmente de otros, que supuestamente eran hermanos.  Pero estos legalistas eran una amenaza a las almas de muchos hermanos.

 

Los fariseos eran muy astutos, dando la impresi—n de realmente amaban la ley de Dios, siempre haciendo algo en la religi—n.

 

Pero en realidad, como toda persona legalista, se odiaban la ley de Dios, y Cristo mismo andaba disfrazando sus enga–os.

 

Por ejemplo enÉ

Mateo 23:23    !!Ay de vosotros, escribas y fariseos,

hip—critas! porque diezm‡is la menta y el eneldo y el comino, y dej‡is lo m‡s importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.

 

Con sus diezmos cuidadosos de plantas de poco valor, se daban la impresi—n de que eran realmente serios en la religi—n.  Pero esto era solamente su manera de esconder sus atrocidades, como robando las casas de viudas.

 

Estos hip—critas ten’an el pueblo comśn y corriente bien enga–ado, con sus espect‡culos pśblicos, y por lo tanto, todos se sorprendieron cuando Cristo dijo..

 

Mateo 5:20 Porque os digo que si vuestra justicia no

fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entrarŽis en el reino de los cielos.

 

3) Porque nosotros somos la circuncisi—n, los que en esp’ritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesśs, no teniendo confianza en la carne.

Seria muy controversial decir esto hoy en d’a.  La circuncisi—n era otro nombre para los jud’os, los de Israel.

 

Pero concluyendo el libro de G‡latas, Pablo dijo que los hermanos verdaderos de Cristo, realmente somos, el Israel de Dios.

 

Y dijo en Romanos.

 

Romanos 2:28-29 Pues no es jud’o el que lo es

exteriormente, ni es la circuncisi—n la que se hace exteriormente en la carne;  sino que es jud’o el que lo es en lo interior, y la circuncisi—n es la del coraz—n, en esp’ritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios.

 

Y tambiŽn dijo en G‡latas, que nosotros, en Cristo, somos los descendientes de Abraham.

 

*--------------------------------------------------------*

Ahora se va a emplear su propia experiencia, para refutar los jud’os que iban a tratar de impresionar a los hermanos nuevos con su educaci—n, su posici—n o la dignidad de sus familias.

Porque los hip—critas siempre pusieron mucha confianza en estas cosas.

*--------------------------------------------------------*

 

4) Aunque yo tengo tambiŽn de quŽ confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de quŽ confiar en la carne, yo m‡s:

 

Se va a hablar ahora de si mismo, pero no para alabar a si mismo, sino para predicar el evangelio, y para proteger los hermanos queridos, de los ataques inevitables.

 

5) circuncidado al octavo d’a, del linaje de Israel, de la tribu de Benjam’n, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo;

 

Los jud’os confiaban en estas cosas como una prueba de su superioridad.  Pablo mismo confiaba en estas cosas, antes de venir a Cristo.

 

6) en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible.

 

Ahora es un poco espantoso, porque Pablo era un hombre, antes, que era muy religioso, algo moral, y totalmente perdido.

 

6) en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible.

 

Pensaba que era irreprensible, delante de la ley, confiando que estaba bien con Dios, mientra estaba al borde del infierno.

 

Es que los fariseos cre’an que se pudiera producir su propia justicia, guardando las leyes y las tradiciones, y que por esto, Dios tenia que aceptar los.  Esto se llama el legalismo.

 

DespuŽs de conocer a Cristo, lo explic— as’.

 

Romanos 10:1-3 Hermanos, ciertamente el anhelo de mi coraz—n,

y mi oraci—n a Dios por Israel, es para salvaci—n.

 

Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia.

 

Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios;

 

Es que estaban confiando en una justicia falsa, una justicia inadecuada, una justicia humana y muy contaminada.

 

Por esto herramos, nosotros llevamos una tunica blanca en el bautismo, representando la manera en que estamos cubiertos con una justicia ajena, la de Cristo, que es perfecto. 

 

7) Pero cuantas cosas eran para m’ ganancia, las he estimado como pŽrdida por amor de Cristo.

 

Todas estas cosas, en que los fariseos, y otros hip—critas pusieron su confianza, eran perdida, cuando uno finalmente entend’a la verdad.

 

Estar en Cristo, era superior de todo. ŔAmen?

 

8) Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pŽrdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesśs, mi Se–or, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en Žl, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe;

 

Es interesante que ahora habla de Cristo Jesśs, Ňmi Se–orÓ. 

 

Porque hoy en d’a, con otro evangelio falso, hay hermanos que piensan y vivan as’.  ŇBueno voy a creer en Cristo, voy a tener una relaci—n con Žl, el puede ser mi Salvador, pero no ser‡ mi Se–or, no ser‡ el que manda en mi vidaÓ.

 

Y esto es otro error peligroso.

 

8) Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pŽrdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesśs, mi Se–or, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en Žl, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe;

 

Esta el la esencia del evangelio.  Estamos salvados por la fe, recibiendo una justicia que es perfecta, porque es la justicia de Cristo.  Y lo servimos, no para merecer algo, no para comprar un lugar con Dios, sino para expresar nuestra gratitud, y nuestro amor por el Se–or, y Salvador.

 

Como dije antes, este libro es muy Cristo-cŽntrico, y por lo tanto, est‡ lleno de gozo.

 

10) a fin de conocerle, y el poder de su resurrecci—n, y la participaci—n de sus padecimientos, llegando a ser semejante a Žl en su muerte,

 

El poder no est‡ en la gran educaci—n universitaria, aunque esto puede ayudar.  El poder no est‡ en tus ventajas externas, aunque puedes usar todo para avanzar al reino.

 

Pero en realidad tu poder est‡ en tu uni—n, y tu comuni—n con Cristo como tu Se–or, y tu Salvador.

 

11) si en alguna manera llegase a la resurrecci—n de entre los muertos.

 

Pablo era muy cuidadoso como un deportista, que tiene que entrenar a su cuerpo para servir sus deseos.

 

1 Corintios 9:25-27  Todo aquel que lucha, de todo se

abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.

As’ que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire,

sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.

 

No se caminaba en la presunci—n de muchos modernos, sino que estaba muy vigilante, ocupando en su salvaci—n con temor y temblor como nos ha ense–ado en el capitulo anterior.

 

12) No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui tambiŽn asido por Cristo Jesśs.

 

Muchos mirando a Pablo, sus logros, su servicio, se llagar’an a la conclusi—n de este hombre ha llegado ya.  Pero Pablo dijo que no, aun estaba avanzando, aun estaba aprendiendo, aun estaba en la batalla.

 

Cuando realmente entiendes los asuntos del reino, hermano, ser‡s espiritualmente insaciable, siempre buscando mas para Cristo, sabiendo que tu tiempo es muy poco.

 

13-14) Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atr‡s, y extendiŽndome a lo que est‡ delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesśs.

 

Y as’ debemos de ser todos nosotros, espiritualmente insaciables, especialmente empezando un a–o nuevo.

 

Y Pablo no estaba mirando atr‡s.

 

Te puedes encontrar hermanos que no hacen casi nada para el Se–or, pero conf’an en que hace unos a–os se bautizaban, y esto era todo.

 

O hay j—venes que dicen que hace a–os en una campa–a se pasaban al frente para recibir a Cristo, pero no ha cambiado nada, y tienen un pie, o posiblemente los dos, en el mundo.

 

Pablo no estaba confiando en su logros del pasado sino que estaba cada d’a encontrando nuevas maneras de servir al Se–or.

 

15) As’ que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sent’s, esto tambiŽn os lo revelar‡ Dios.

Dijo que todos los maduros en le fe, deben de pensar, y vivir as’, activos, productivos, aprovechando del tiempo en los d’as malos, y no solamente viviendo para las cosas de este mundo.

 

Debemos de estar, en otras palabras, espiritualmente insaciables.

 

16) Pero en aquello a que hemos llegado, sigamos una misma regla, sintamos una misma cosa.

 

Siempre habr‡ hermanos diferentes en las iglesias.  Hemos venido de diferentes pa’ses, y tenemos diferentes dones y capacidades, pero estamos todos avanzando el reino de Cristo, por adelante para su gloria, y para el rescate de nuevos hermanos.

 

17) Hermanos, sed imitadores de m’, y mirad a los que as’ se conducen segśn el ejemplo que tenŽis en nosotros.

 

Lo que dijo aqu’ no era una expresi—n de ego’smo.  Dios le llenaba de gracia.  Dios lo estaba usando, y por esto se calificaba como ejemplo para todos.  Y dice claramente que no era el śnico.

 

Pero esto era su exhortaci—n en diferentes pasajes.

 

1 Corintios 4:16     Por tanto, os ruego que me imitŽis.

 

1 Corintios 11:1     Sed imitadores de m’,

                     as’ como yo de Cristo.

 

Es que los jud’os siempre estaban atacando, y Pablo, como Cristo antes, sabia como exponer sus trucos.

 

18) Porque por ah’ andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo;

 

Y estos enemigos de la cruz estaban dentro de las iglesias.

 

La cruz representaba algo de sacrificio, algo de disciplina, algo de entrega.  Pero los enemigos de la cruz solamente buscan su vida c—moda, con sus entrenamientos, y sus comidas.

 

19) el fin de los cuales ser‡ perdici—n, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergźenza; que s—lo piensan en lo terrenal.

 

Si nosotros somos ciudadanos del cielo, debemos de estar pensando en las cosas del cielo, y no dedicar nos tanto a este mundo.  Claro estamos en el mundo, tenemos que trabajar aqu’, pero no podemos dedicar casi todo a este mundo.

 

18-19) Porque por ah’ andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo; el fin de los cuales ser‡ perdici—n, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergźenza; que s—lo piensan en lo terrenal.

 

ŔY tu hermano?  Vas a vivir este nuevo a–o, como casi enemigo de la cruz, dando tu tiempo, tu energ’a, tu dinero al mundo, pausa o vas a aprovechar el tiempo para la causa de tu Se–or y Salvador?  ŔVas a vivir casi en la indiferencia?  ŔO vas a vivir como uno que es espiritualmente insaciables?

 

20) Mas nuestra ciudadan’a est‡ en los cielos, de donde tambiŽn esperamos al Salvador, al Se–or Jesucristo;

 

Si tu ciudadan’a est‡ en los cielos, es tiempo de servir aquella patria.

 

Mateo 6:19-21  No os hag‡is tesoros en la tierra, donde la

polilla y el or’n corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el or’n corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.

 

Porque donde estŽ vuestro tesoro, all’ estar‡ tambiŽn vuestro coraz—n.

 

20-21) Mas nuestra ciudadan’a est‡ en los cielos, de donde tambiŽn esperamos al Salvador, al Se–or Jesucristo; el cual transformar‡ el cuerpo de la humillaci—n nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede tambiŽn sujetar a s’ mismo todas las cosas.

 

En poco tiempo, hermano, hermana, estaremos todos en la eternidad, con cuerpos glorificados, y seguramente estaremos hablado entre otros, sobre c—mo hemos usado, el tiempo, las oportunidades, los recursos que tuvimos, aqu’ abajo.

 

ŔCual ser‡ tu historia?

 

 

 

*-------------------------- Aplicaci—n ---------------------

 

Hermanos, hemos entrado otra vez en un a–o nuevo, lleno de posibilidades.  ŔQuieres aprovechar lo bien, con metas serios, sirviendo tu Se–or, sin estar robado de tiempo o de gozo por el enemigo que siempre est‡ cerca?

 

Si es as’, puedes pasar en unos momentos y oraremos para ti.

 

1 Corintios 15:57-58 Mas gracias sean dadas a Dios, que

nos da la victoria por medio de nuestro Se–or Jesucristo.

 

As’ que, hermanos m’os amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Se–or siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Se–or no es en vano.

 

Vamos a Orar