27 de septiembre de 19

Recuperando El Evangelio

G‡latas 1:1-22

 

En el a–o mil quinientos cuarentiseis, Mart’n Lutero era un  sacerdote en la iglesia Cat—lica Romana.  Eran tiempos oscuros en que muchos dir’an que el evangelio de Cristo ha sido perdido.

 

Es que la iglesia en Roma estaba acumulando fondos para su gran proyecto de construcci—n, y andaban vendiendo las indulgencias, que eran una manera de sacar uno de tus seres ca’dos del purgatorio, comprando un certificado de indulgencia.

 

Es que El fraile dominico Johann Tetzel, un poderoso vendedor de indulgencias vino a Alemania, proclamando que se pudiera rescatar abuelos, t’os, sus propios padres, del purgatorio, solamente comprando tales certificados.

 

En alem‡n, tenia una lema poderosa que dijoÉ

 

Sobald das Geld im Kasten klingt,

die Seele aus dem Fegefeuer springt.

 

O sea, en Espa–ol,

 

          ÇTan pronto caiga la moneda a la cajuela,

          el alma del difunto se sale del purgatorio.Č

 

Y con esto Mart’n Lutero se puso lleno de la indignaci—n santa, y con el libro que ahora estamos empezando hoy, G‡latas, y con el de los Romanos tambiŽn, se lanzaba lo que ahora conocemos como la gran reforma.

 

Y veremos una indignaci—n semejante hoy, en San Pablo, que con el mismo esp’ritu, lleno de fuego y de santidad, se empezaba a recuperar el evangelio.

 

1-2) Pablo, ap—stol (no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucit— de los muertos), y todos los hermanos que est‡n conmigo, a las iglesias de Galacia:

 

Se empieza la carta con su nombre, y sobre todo su oficio.

 

Aqu’ tiene que hablar mucho de si mismo, no por ninguna  forma de soberbia, sino para defender se en contra de los maestros falsos, que estaban contaminando la doctrina de las iglesias primitivas.

 

A veces los hermanos piensan, que la iglesia primitiva era muy pura, y protegida de los errores, pero en realidad, el evangelio que nos salva, es tan valioso que el diablo empezaba inmediatamente con sus ataques.

 

Se ve en las cartas de Pablo, de Pedro y hasta las cartas de Cristo empezando el libro de Apocalipsis, que siempre hemos estado bajo ataques, que deseaban adulterar o distorsionar el evangelio de Cristo.

 

1-2) Pablo, ap—stol (no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucit— de los muertos), y todos los hermanos que est‡n conmigo, a las iglesias de Galacia:

 

Pablo va a proclamar que su mensaje no vino de los hombres, que no era su opini—n personal, sino que era algo que vino directamente de Cristo.

 

Y tambiŽn se empieza hablando de la resurrecci—n porque esto siempre tiene que estar proclamada, con certeza.

 

3) Gracia y paz sean a vosotros, de Dios el Padre y de nuestro Se–or Jesucristo,

 

Se hablar‡ mucho de la paz, que viene por la gracia, porque la salvaci—n que se va a defender no viene por ningśn merito humano, sino por la pura gracia de Dios.  Como dijo en otro lugarÉ

 

Efesios 2:8-9  Porque por gracia sois salvos por medio de la

fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se glor’e.

 

4) el cual se dio a s’ mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre,

 

La buena nueva, es una historia sobre Cristo, antes que nada, y su amor.  Vino para salvar nos no solamente del castigo del pecado, sino del poder del pecado, como dice aqu’, que vino para librarnos del presente siglo malo.

Es que en este mundo hay un sistema de maldad que siempre desea guardar a todos los que tiene en sus garras, pero por el poder de Cristo, hasta los peores de los pecadores pueden estar rescatados.

 

5) a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. AmŽn.

 

Por esto estamos aqu’ en la iglesia, para glorificar a Cristo, no para glorificar a ningśn hombre, ni a ninguna opini—n de hombre, sino solamente a Cristo, que merece la expresi—n de nuestra mas profunda gratitud.

 

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Bueno esto fue la introducci—n, que Pablo dio a unas iglesias en que Žl estaba bien conocido, habiendo sido crucial en su fundamento. 

 

Pero ahora hab’an otros, falsos, que a lo mejore eran amables, que a lo mejor se hablaban muy dulcemente, pero estaban propagando veneno en las ense–anzas.

 

Y siendo algo tan grave, en que estaba en juego la trayectoria de la iglesia Cristiana, y el destino de muchos hermanos queridos, Pablo ser‡ fuerte en sus denunciaciones.

 

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6) Estoy maravillado de que tan pronto os hay‡is alejado del que os llam— por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente.

 

Esto pasa.  Estamos bajo ataque.  El evangelio es el poder de Dios para salvaci—n a todo aquel que cree, y el diablo har‡ cualquier cosa para robar la verdad de nosotros.

 

A lo mejor, esto era un shock a los hermanas, pero era la verdad.

 

7) No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.

 

ŔPero que exactamente estaban diciendo estos perturbadores?

 

pausa Bueno, tenemos ejemplos del problema en el libro de hechos.

 

 

Hechos 15:1-2  Entonces algunos que ven’an de Judea ense–aban

a los hermanos: Si no os circuncid‡is conforme al rito de MoisŽs, no podŽis ser salvos.

 

ÁEs que de repente, la fe en Cristo no era suficiente!  Todo el mundo tenia que dudar de su salvaci—n, si no se entraban en todos los ritos de los jud’os.

 

Y Pablo sabia que esto era un ataque, que ya estamos en un nuevo pacto, y que el pacto con MoisŽs, ya estaba abolido.

Y se sabia que si se permit’a esto, que seria el principio de la ruina de la iglesia.

 

G‡latas 5:3    Y otra vez testifico a todo hombre que se

circuncida, que est‡ obligado a guardar toda la ley.

 

Se sabia que si se empezaban con la circuncisi—n, en vez de su bautismo, en poco tiempo serian siguiendo todo el calendario de los jud’os, y sus leyes de comida tambiŽn.

 

Todo esto estaba muy claro en la mente de Pablo.  Se pudo entender todo lo que estaba pasando con una claridad cristal.

 

Es que Pablo antes era uno de estos jud’os que deseaba acabar con la iglesia Cristiana, sea lo que sea el mŽtodo.

 

Y ahora ser‡ un poco fuerte.

 

8) Mas si aun nosotros, o un ‡ngel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.

 

La palabra anatema quiere decir maldecida.  Era as’ de grave.

Y no importa quien sea el mensajero.  Porque el contenido del evangelio, no vino del hombre, no es la opini—n de deferentes te—logos, sino que es algo que vino directamente de Cristo.

 

9) Como antes hemos dicho, tambiŽn ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habŽis recibido, sea anatema.

Esto no era un juego, y no es juego ahora.  Muchos han tenido la experiencia de uno que aparece, que supuestamente es hermano y dice..

ŇŔQuŽ? ŔTu te bautizaba en el nombre del Padre, del Hijo, y el Esp’ritu Santo, y no solamente en el nombre de Jesśs?

ÁPues esto no vale, y usted solamente se mojaba!Ó

Y as’ andan confundiendo a los hermanos, con sus herej’as.

Estos peligros siempre est‡n presentes.

 

10) Pues, Ŕbusco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ŔO trato de agradar a los hombres? Pues si todav’a agradara a los hombres, no ser’a siervo de Cristo.

 

Antes, en el juda’smo, Pablo s’ era muy impresionante a los hombres.  Pero ahora, solamente se enfocaba en la verdad.  No en las opiniones de te—logos, sino en la verdad que tiene el poder de salvar un pecador para siempre.

 

O sea el poder que puede tomar un vil pecador, y convertirle en un santo, una nueva criatura, un ciudadano de los cielos.

 

11-12) Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por m’, no es segśn hombre; pues yo ni lo recib’ ni lo aprend’ de hombre alguno, sino por revelaci—n de Jesucristo.

 

Pablo entend’a c—mo era entre los jud’os que aprend’an debajo de diferentes rabiis famosos.  Dijo en una parte.

 

Hechos 22:3    Yo de cierto soy jud’o, nacido en Tarso de

Cilicia, pero criado en esta ciudad, instruido a los pies de Gamaliel, estrictamente conforme a la ley de nuestros padres, celoso de Dios, como hoy lo sois todos vosotros.

 

Pablo entend’a quŽ era, estudiar debajo de hombres.  Pero no recibi— el evangelio as’, sino directamente de Cristo.

 

N’ lo recib’a de los otros ap—stoles, sino directamente de la boca de Cristo Jesśs, y esto despuŽs de la resurrecci—n.

 

13) Porque ya habŽis o’do acerca de mi conducta en otro tiempo en el juda’smo, que persegu’a sobremanera a la iglesia de Dios, y la asolaba;

 

Una manera de sentir la realidad de la salvaci—n de uno es escuchar como ama ya, lo que antes odiaba, y aborrece ya lo que antes amaba.  Estamos hablando de una transformaci—n sobrenatural.

 

2 Corintios 5:17     De modo que si alguno est‡ en Cristo,

nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aqu’ todas son hechas nuevas.

Y esto era muy claro en la vida de Pablo, quien lejos de buscar a Cristo, el andaba atacando a Cristo.

 

Hechos 22:6-11 Pero aconteci— que yendo yo, al llegar cerca

de Damasco, como a mediod’a, de repente me rode— mucha luz del cielo; y ca’ al suelo, y o’ una voz que me dec’a: Saulo, Saulo, Ŕpor quŽ me persigues?

 

Yo entonces respond’: ŔQuiŽn eres, Se–or? Y me dijo: Yo soy Jesśs de Nazaret, a quien tś persigues.

 

Y los que estaban conmigo vieron a la verdad la luz, y se espantaron; pero no entendieron la voz del que hablaba conmigo.

 

Y dije: ŔQuŽ harŽ, Se–or? Y el Se–or me dijo: Lev‡ntate, y ve a Damasco, y all’ se te dir‡ todo lo que est‡ ordenado que hagas.

 

Y como yo no ve’a a causa de la gloria de la luz, llevado de la mano por los que estaban conmigo, lleguŽ a Damasco.

 

Hermanos, no es como que cada conversi—n a la fe es tan dram‡tica, pero la realidad es que cada conversi—n a la fe, s’ es una obra sobrenatural.  ŔAmen?

 

13-14) Porque ya habŽis o’do acerca de mi conducta en otro tiempo en el juda’smo, que persegu’a sobremanera a la iglesia de Dios, y la asolaba; y en el juda’smo aventajaba a muchos de mis contempor‡neos en mi naci—n, siendo mucho m‡s celoso de las tradiciones de mis padres.

Pablo era uno de estos jud’os que realmente estudiaba.  Era as’ antes de su conversi—n, y tambiŽn despuŽs.

 

Y si tu hermano, hermana deseas estar usada de Cristo, tu tambiŽn tienes de vivir, en el habito de estudiar, constantemente.

 

15-17) Pero cuando agrad— a Dios, que me apart— desde el vientre de mi madre, y me llam— por su gracia, revelar a su Hijo en m’, para que yo le predicase entre los gentiles, no consultŽ en seguida con carne y sangre, ni sub’ a JerusalŽn a los que eran ap—stoles antes que yo; sino que fui a Arabia, y volv’ de nuevo a Damasco.

Todo esto era para comprobar que cuando Pablo vino para defender la fe, cuando Pablo vino para recuperar el evangelio, no vino en la autoridad del hombre.

 

18) DespuŽs, pasados tres a–os, sub’ a JerusalŽn para ver a Pedro, y permanec’ con Žl quince d’as; pero no vi a ningśn otro de los ap—stoles, sino a Jacobo el hermano del Se–or.

 

Seguramente hab’an hermanos enga–adores que estaban diciendo que Pablo vino muy tarde a le fe, y por esto no era tan confiable.

 

Pero no fue as’, sino que Pablo estaba llamado precisamente para esto, establecer la realidad de las doctrinas sanas, de una vez, para siempre.

 

Como dice en Judas.

 

Judas 3 Amados, por la gran solicitud que ten’a de escribiros

acerca de nuestra comśn salvaci—n, me ha sido necesario escribiros exhort‡ndoos que contend‡is ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.

 

Hermanos, nosotros no tenemos la autoridad de cambiar nada en el evangelio.  Lo tenemos que presentar exactamente como es.

 

Ningśn ser humano tiene la autoridad de a–adir ni de quitar de la Santa Palabra.  Y entendiendo esto, el famoso Lutero pudo luchar en contra de las indulgencias, cuando la iglesia cat—lica era sumamente fuerte en el mundo antiguo de Europa.

 

Con Dios a tu lado, ya eres una mayor’a.  ŔAmen?

 

20) En esto que os escribo, he aqu’ delante de Dios que no miento.

 

Esto era una manera de jurar en el nombre de Dios.  No es algo que debemos de hacer todo el tiempo, pero hay ocasiones en que el asunto es tan grave, que lo puede hacer.

 

21-23) DespuŽs fui a las regiones de Siria y de Cilicia, y no era conocido de vista a las iglesias de Judea, que eran en Cristo; solamente o’an decir: Aquel que en otro tiempo nos persegu’a, ahora predica la fe que en otro tiempo asolaba.

Y glorificaban a Dios en m’.

 

Hermanos, cada hermano, transformado de las tinieblas a la luz, es un milagro caminando.

 

A veces, pasando mucho tiempo en la iglesia, obrando en el ministerio, podemos empezar a tomar todo esto como por sentado. 

 

Pero no es correcto.  Lo que pasa en las iglesias, es milagroso, y todo viene por el poder del evangelio.

 

Como San Pablo dijo empezando el libro de Romanos.

 

Romanos 1:16-17 Porque no me avergźenzo del evangelio,

porque es poder de Dios para salvaci—n a todo aquel que cree; al jud’o primeramente, y tambiŽn al griego.

 

Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como est‡ escrito: Mas el justo por la fe vivir‡.

 

*-------------------------- Aplicaci—n ---------------------

 

Hermanos, en la vigilia de esta noche, no olvides a rogar a Dios, por un gran despliegue del poder de su evangelio.

 

Y entre personas o grupos en que el evangelio ha sido contaminado, distorsionado, corrompido o olivado, pausa,

pide a Dios, que nos usa para ser sus agentes, en la recuperaci—n del evangelio, para la gloria de Cristo, y el gozo verdadero de la fe.

 

Y si tu, hermano, hermana, deseas vivir como unos de estos agentes de la santa reforma, puedes pasar en unos momentos, y oraremos contigo.

Vamos a Orar