13 de diciembre de 19

Una Vida Mejor

Efesios 5:1-33

 

Cuando el diablo tentaba a Eva, en el tercer capitulo de la Biblia, hizo mucho mas que llenar la mente de la hermana con dudas sobre la palabra de Dios.

 

GŽnesis 3:1-5  Pero la serpiente era astuta, m‡s que todos

los animales del campo que Jehov‡ Dios hab’a hecho; la cual dijo a la mujer: ŔConque Dios os ha dicho: No com‡is de todo ‡rbol del huerto?

 

Y la mujer respondi— a la serpiente: Del fruto de los ‡rboles del huerto podemos comer;

 

pero del fruto del ‡rbol que est‡ en medio del huerto dijo Dios: No comerŽis de Žl, ni le tocarŽis, para que no mur‡is.

 

Entonces la serpiente dijo a la mujer: No morirŽis;  sino que sabe Dios que el d’a que com‡is de Žl, ser‡n abiertos vuestros ojos, y serŽis como Dios, sabiendo el bien y el mal.

 

No solamente se negaba la palabra de Dios, cosa que aun sigue haciendo, sino que se implicaba que Dios no era bueno, que era muy taca–o, un ogro, que no deseaba compartir con ella lo que realmente era lo mejor.

 

Pero esto es una mentira horrible, porque Dios es bueno.  Y cuando Dios viene a nosotros con restricciones, con exhortaciones y con preceptos, no es para quitar lo bueno de nuestra alcance, sino que es para preservar nos, y para prosperarnos en lo mejor.

 

De los mandamientos de Cristo, dice la palabra que no son gravosos.

 

1 Juan 5:3 Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus

mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.

 

Con esto podemos entrar en otro capitulo de exhortaciones poderosas.

1) Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.

 

Bueno, no es posible imitar a Dios en todos sus atributos, pero en muchos s’.  Podemos aprender a amar, profundamente, a perdonar, a levantar a otros con nuestros sacrificios.  Esto fue unos de los motivos que Cristo nos daba por amar a nuestros enemigos.

 

Mateo 5:44-45  Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos,

bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que se‡is hijos de vuestro Padre que est‡ en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.

 

Amando a tus enemigos, es muy probable que no tendr‡s enemigos, sino que aprender‡s lo que es, una vida mejor.

 

2) Y andad en amor, como tambiŽn Cristo nos am—, y se entreg— a s’ mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.

 

Todo lo que Cristo hizo era bien agradable al padre, y por esto Žl es nuestro ejemplo, haciendo cosas que cambiaba ‡l mundo.  Claro Cristo es mucho mas que un ejemplo, pero es ejemplo, nuestro

 

3) Pero fornicaci—n y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos;

 

Tener sexo, sin estar casado con la persona, es fornicaci—n y no es amor, diga lo que diga el diablo y sus representantes.

 

Y actualmente, en la biblia, esto est‡ presentado como algo bien sucio, una porquer’a espiritual.

 

3-4) Pero fornicaci—n y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos;  ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhaner’as, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias.

 

No solamente son cosas que no se hacen, sino que son cosas que ni se deben de hablar, ni mirar en el cine, en el youtube, ni en el cable.  Porque todo esto tiene su capacidad de corromper, y de plantar maneras contaminadas de pensar en su familia.

5) Porque sabŽis esto, que ningśn fornicario, o inmundo, o avaro, que es id—latra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.

 

En otras palabras, estas son practicas que pueden arrastrar te al infierno.  Pero los que vivan, y andan muy cerca del mundo van a pensar que todo esto es muy extremo. 

 

Y se rechazan a la palabra de Dios, porque dudan de la naturaleza de Dios.

 

Como Eva, est‡n convencidos de que Dios est‡ guardando algo bueno de nosotros.  pausa

 

Pero no es as’, sino que Dios quiere proteger te, guiando te a una vida mejor.

 

6) Nadie os enga–e con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia.

 

Cuando dice nadie os enga–e, es porque muchos hermanos andan enga–ados, recibiendo su moralidad, o su falta de moralidad, no de Dios, sino del mundo.

 

Y nosotros andamos estudiando las escrituras, porque deseamos evitar los muchos enga–os peligrosos.

 

7) No se‡is, pues, part’cipes con ellos.

 

Esto no es una sugerencia, sino que es una orden.  Si Dios nos ha recatado del lodo, si Cristo nos ha limpiado con su sangre.

 

a)  Entonces tiene el derecho de mandar esto.

b)  Nos ha dado el poder de hacer lo, aunque nuestra obediencia jam‡s ser‡ perfecta en esta vida.

 

8-10) Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Se–or; andad como hijos de luz  (porque el fruto del Esp’ritu es en toda bondad, justicia y verdad),  comprobando lo que es agradable al Se–or.

 

Estudiando la palabra, mirando a los Žxitos y a los fracasos de otros, andando cada vez mas cerca de Cristo, podemos empezar a andar como los de la luz.  Y esto, aunque antes Žramos tinieblas. Dice que no solamente and‡bamos en la oscuridad, sino que Žramos la oscuridad, amando la oscuridad.

Juan 3:19 Y esta es la condenaci—n: que la luz vino al mundo,

y los hombres amaron m‡s las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.

 

Pero ahora, confiando en Dios, estamos aprendiendo a amar la luz, que nos lleva a una vida mejor.

 

11-12) Y no participŽis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino m‡s bien reprendedlas; porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto.

 

Y claro, con sabidur’a, hay muchas maneras de reprender.  Con tus hijos, puedes simplemente reprender verbalmente.  Con otros puedes quedar te fuera de su presencia, cuando andan en sus porquer’as, si no es propio expresar la reprenda verbalmente.

 

Pero el punto es, que ellos tienen que entender que tu no vas a participar en su suciedad, sea de bromas de doble sentido, los chistes rojos, o los chismes sobre otros que ni est‡n presentes.

 

13) Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo.

 

Y tu hermano, hermana, tu eres la luz del mundo, y por lo tanto tienes que brillar.

 

14) Por lo cual dice:

    DespiŽrtate, tś que duermes,

    Y lev‡ntate de los muertos,

    Y te alumbrar‡ Cristo.

 

Esto puede estar hablando que uno que no ha sido ni tocado todav’a con el Esp’ritu Santo de Dios, o puede ser un hermano que ha reca’do mucho,  y por lo tanto su vida ahora est‡ sin fruto.

 

Y parece que est‡ citando un gran pasaje del libro de Isa’as.

 

Isa’as 60:1    Lev‡ntate, resplandece; porque ha venido tu

luz, y la gloria de Jehov‡ ha nacido sobre ti.

 

 

 

 

Habiendo sido elegido antes del fundamento del mundo, habiendo sido salvado por la gracia de Dios, habiendo sido lavado, poderosamente por la sangre de Cristo, e informado con la santa palabra, ya tienes el poder de cambiar.

 

15) Mirad, pues, con diligencia c—mo andŽis, no como necios sino como sabios,

 

Hermanos vivimos en tiempos muy peligroso.  Y tienes que prestar atenci—n, porque es posible que haya muchos en tu alrededor que vivan como necios, con sus vicios, con su manera de hablar y de burlar.  Y tienes que estar cuidadoso de que no te copias sus h‡bitos.

 

Y esto puede pasar hasta mirando a la televisi—n.

 

15-16) Mirad, pues, con diligencia c—mo andŽis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los d’as son malos.

 

Menciono la televisi—n no pensando que en s’ es peligroso. Se puede emplear para fines buenos o para fines sucios.  Pero hay millones de personas, dentro y fuera de las iglesias, que est‡n perdiendo grandes cantidades de tiempo, tiempo valioso, mirando la basura.

 

Y una vez perdiendo ese tiempo, es imposible recuperar lo.

 

15-16) Mirad, pues, con diligencia c—mo andŽis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los d’as son malos.

 

Hay muchos hijos, j—venes en las iglesias que son ignorantes de la palabra porque jam‡s escuchan nada de la palabra en casa.

 

La iglesia para ellos es algo artificial.  Vienen y escuchan, pero como en la casa casi todo es del mundo, se terminan creyendo que la fe Cristiana realmente no es real, sino una fantas’a.

 

Es simplemente algo que se hace por costumbre, porque vean que, en casa, sus padres est‡n dedicados a las cosas reales, del mundo.

 

Y claro, no es ninguna sorpresa, de que saliendo de la casa, se abandonan la iglesia para siempre.

 

Pero los hijos de padres que aprovechan bien el tiempo, ense–ando en casa las cosas importantes, van a, por lo menos, tener una oportunidad de sobrevivir las corrupciones que ya est‡n en todos lados.

 

Los que vean a sus padres, perdiendo su interŽs en la fe, fuera de las paredes de la iglesia, van a concluir, l—gicamente, que todo esto es una farsa.

 

17) Por tanto, no se‡is insensatos, sino entendidos de cu‡l sea la voluntad del Se–or.

 

ŔCual es la manera en que Dios quiere verte empleando tu tiempo en casa?

 

ŔQuŽ es lo que Dios quiere ver te ense–ando, a tus hijos con regularidad?  Son preguntas importantes.

 

Y recuerde, esto no es para torturarte, sino que lo que Dios quiere para ti, y para tus hijos, es la vida mejor.  ŔAmen?

 

18) No os embriaguŽis con vino, en lo cual hay disoluci—n; antes bien sed llenos del Esp’ritu,

 

Esto no es simplemente una condenaci—n de las borracheras, que son esc‡ndalos para hermanos Cristianos.  Sino que est‡ repitiendo lo que hemos aprendido en el ultimo capitulo.

 

Si quieres eliminar un habito pŽsimo, es necesario reemplazar lo con otro que es productivo y santo.

 

18-20) No os embriaguŽis con vino, en lo cual hay disoluci—n; antes bien sed llenos del Esp’ritu, hablando entre vosotros con salmos, con himnos y c‡nticos espirituales, cantando y alabando al Se–or en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Se–or Jesucristo.

 

La vida Cristiana puede estar llena de gozo, de canciones, y de gratitud constante.

 

Y esto es lo que pasa cuando tienes es Esp’ritu Santo viviendo en ti.  Y hermano, tu puedes tener ese poder del Esp’ritu Santo solamente pidiendo.  Y si esto es lo que quieres, el poder de vivir una vida mejor, puedes pasar al frente, terminado el servicio, para oraci—n.

Lucas 11:10-13 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que

busca, halla; y al que llama, se le abrir‡.

 

ŔQuŽ padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dar‡ una piedra? Ŕo si pescado, en lugar de pescado, le dar‡ una serpiente?

 

ŔO si le pide un huevo, le dar‡ un escorpi—n?

 

Pues si vosotros, siendo malos, sabŽis dar buenas d‡divas a vuestros hijos, Ŕcu‡nto m‡s vuestro Padre celestial dar‡ el Esp’ritu Santo a los que se lo pidan?

 

Repito, e insisto, que Dios es bueno, y Dios quiere lo mejor para te, de hecho, est‡ llamando te, ahora, a la vida mejor.

 

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Bueno, esto fue la primera parte del capitulo, ahora vamos a cerrar con mas aplicaciones practicas de todo esto.

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21) Someteos unos a otros en el temor de Dios.

 

El temor de Dios te ayudar‡ a avanzar a la vida mejor.

 

Y estar‡s en el servicio de otros, haciendo cosas importantes para otros, que es la fuente del gozo abundante.

 

22-23) Las casadas estŽn sujetas a sus propios maridos, como al Se–or; porque el marido es cabeza de la mujer, as’ como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y Žl es su Salvador.

 

N—talo, no dice aqu’ que el esposo debe de ser la cabeza, sino que es la cabeza, por orden de Dios.  Y recuerde, Dios es bueno, y sabe lo que hace.

 

Si una hermana que tiene un esposo que no es tan sabio, hay que orar por Žl, animando lo en su posici—n como cabeza, pero es cabeza, y esto es algo que Dios ha ordenado.

 

Y veremos aqu’ la manera en que se puede, se debe comparar la relaci—n entre esposo y esposa, con la relaci—n entre Cristo y su iglesia.

 

 

24) As’ que, como la iglesia est‡ sujeta a Cristo, as’ tambiŽn las casadas lo estŽn a sus maridos en todo.

 

Es algo que puede ser dif’cil para muchas hermanas, pero es algo que Dios ha ordenado.  Y con mucha oraci—n, con la madurez espiritual, es posible.

 

25-23) Maridos, amad a vuestras mujeres, as’ como Cristo am— a la iglesia, y se entreg— a s’ mismo por ella, para santificarla, habiŽndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,

 

Como Cristo sacrificaba, el hombre que honestamente representa a Cristo en el hogar, va sacrificar, para comprobar esa analog’a santa.

 

27) a fin de present‡rsela a s’ mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.

 

Cristo anda avanzando a su iglesia en la santidad.  Y el hombre honesto, que representa a Cristo honestamente, va a avanzar a su esposa, su familia en la misma santidad.

 

De otra manera est‡ falsamente representando a Cristo.

 

Desde aqu’ sale una historia interesante.  Hasta unos tres siglos en una iglesia bien b’blica, hab’a un hombre que amaba a su esposa bastante, segśn muchos demasiadamente.

 

Y la esposa estaba buen feliz, teniendo un esposo tan considerado, tan listo de escuchar la y aconsejar la.

 

Pero otros en la iglesia eran un poco inc—modos, ella siendo tan feliz.

 

Y vino el momento en que el pastor hablaba con el hombre diciendo, ŇEst‡ bien que ames a tu esposa, y que quieres ver la feliz, pero creo que es un poco demasiado, y que lo has llevado a un extremo.Ó  pausa

 

El hombre pensaba, ŇŔser‡ la verdad? Estoy amando a mi esposa de manera extrema?Ó  Y en aquel entonces todos investigaban cada punto con sus biblias, y el hombre vino a este pasaje que ahora estamos estudiando, que dice que el hombre tiene que amar a su esposa como Cristo ama a la iglesia, sacrificando se por ella.

Y se llevaba el texto al pastor, mostrando lo, estas exhortaciones, y el pastor leyendo, pensandoÉ  pausa

 

Dijo, est‡ bien, me tienes ganado, ‡mala como quieres.

 

28) As’ tambiŽn los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a s’ mismo se ama.

 

ŔHermano, te cuides a tu cuerpo con comida, con sue–o? ŔS’?

 

Entonces as’ debes de amar as’, a tu esposa.

 

29-30) Porque nadie aborreci— jam‡s a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como tambiŽn Cristo a la iglesia,  porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.

 

Hermano, en la casa tu estas representando a Cristo.  Si andas gritando, brusco, indiferente, eres mentiroso, porque tu representaci—n de Cristo es falso.

 

Pero si tus hijos te vean amoroso, considerado con tu esposa, entonces tus hijos van a concluir que Cristo es bueno, porque lo han visto en tu ejemplo, que es una representaci—n del Se–or.

 

31) Por esto dejar‡ el hombre a su padre y a su madre, y se unir‡ a su mujer, y los dos ser‡n una sola carne.

 

Esto es una cita del libro de GŽnesis.  Los abuelos pueden estar en la vida de sus hijos, pero su autoridad es limitada.

 

Por el santo matrimonio, un nueva unidad familiar ha sido establecida, y sobre esta unidad, la cabeza es el marido.

 

32) Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.

 

No olvides hermano, tu est‡s representando esto.  Y si no est‡s representando a Cristo fielmente, Áhay de ti!

 

Dios te ha dado el poder y la ense–anza, pero si no quieres avanzar a la vida mejor, porque tu amor por tu esposa, por tus hijos, por tu Se–or no es tan fuerte, pues, Áhay de ti!

 

ŔAmen hermanas?

 

33) Por lo dem‡s, cada uno de vosotros ame tambiŽn a su mujer como a s’ mismo; y la mujer respete a su marido.

 

Los que han venido a mi por la conserjer’a de la pareja, a travŽs de los a–os, ya conocen este verso.  Es un verso de gran sabidur’a.

 

Las necesidades de la mujer son muy diferentes que las del hombre.  La mujer quiere sentir amada, protegida, segura.

El hombre, por naturaleza, por el dise–o de Dios desea estar respetado, hasta admirado, cuando es sincero.

 

Si quiere vivir la vida mejor con el matrimonio mejor, el hombre tiene que aprender que es su deber, hacer su esposa sentir amada, segura.

 

Y es el deber de la esposa hacer a su esposo sentir respetado, hasta admirado.

 

Y lo he visto a este verso, rescatar muchos matrimonios, ayudando al hermano y a la hermana, escapar del ego’smo, para entrar, gloriosamente, en la vida mejor.

 

*-------------------------- Conclusi—n ---------------------

 

Para entender bien las exhortaciones, para recibir bien la ley, los preceptos del Se–or, tienes que recordar que Dios es bueno, y que Dios quiere lo mejor para ti.

 

El diablo odia todo esto y vendr‡ con sus enga–os, pero confiando en la palabra y aplicando lo que has aprendido, te puedes entrar, hermano, hermana, te puedes entrar y vivir en la vida mejo.

 

Y si esto es tu deseo, tener el poder del Santo Esp’ritu de Dios para hacer todo esto una realidad, puedes pasar y oraremos para ti, en unos momentos.

 

Vamos a Orar