17 de enero de 20

 

Firmemente Establecido

Filipenses 4:1-23

 

En el primer siglo, la iglesia estaba bajo ataque por muchos poderes.  Los jud�os, los romanos los hechiceros, todos pensaban que el mundo seria un lugar mejor sin nosotros.

 

Pero Cristo nos promet�a que edificar�a su iglesia, y las puertas del infierno no pudieron prevalecer en contra de ella.

 

En fin, los ap�stoles, deseaban ayudar a los hermanos aprender vivir con la firmeza.

 

Como hoy d�a, hab�an problemas de salud, de sustento, de relaciones familiares, y como veremos en este capitulo final, hasta entre miembros de la misma iglesia.

 

Pero entre todo, la meta era a aprender vivir como los que est�n, firmemente establecidos.

 

1) As� que, hermanos m�os amados y deseados, gozo y corona m�a, estad as� firmes en el Se�or, amados.

 

Aqu� empezando, nos da el secreto, podemos estar firmes, firmemente establecidos, solamente si estamos en el Se�or.

 

Como hemos descubierto, una y otra vez, el poder, el gozo, la sabidur�a est� en Cristo.  Nuestra uni�n y comuni�n con Cristo es la llave de todo.  Hasta llegando a este capitulo final, la soluci�n es Cristo-c�ntrica.

 

2) Ruego a Evodia y a S�ntique, que sean de un mismo sentir en el Se�or.

 

Aqu� hay dos hermanas que tenian una forma de contienda, y ni sabemos los detalles, pero era el deseo de Pablo, verlas reconciliadas.  Porque para vivir en la firmeza, para caminar como los firmemente establecidos, no hay ni tiempo ni lugar para las contiendas.

 

La contienda es siempre lo que el diablo desea sembrar, porque es su deseo robar la iglesia de su poder.

 

3) Asimismo te ruego tambi�n a ti, compa�ero fiel, que ayudes a �stas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente tambi�n y los dem�s colaboradores m�os, cuyos nombres est�n en el libro de la vida.

 

Eran hermanas fuertes, que ayudaban en el ministerio.  Pero esto no quiere decir que estaban predicando como pastores en la iglesia, porque Pablo prohib�a esto expl�citamente.

 

1 Timoteo 2:12 Porque no permito a la mujer ense�ar, ni

ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio.

 

Pero aun con esto las hermanas pueden hacer mucho para avanzar el evangelio.

 

3) Asimismo te ruego tambi�n a ti, compa�ero fiel, que ayudes a �stas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente tambi�n y los dem�s colaboradores m�os, cuyos nombres est�n en el libro de la vida.

 

Aqu� se emplean la palabra evangelio no como el contenido del mensaje, sino como el avance del reino de Dios con todo, la predicaci�n, el bautismo, la conserjer�a y la alabanza.

 

Todos los asuntos que el diablo desea estorbar.

 

4) Regocijaos en el Se�or siempre. Otra vez digo: !!Regocijaos!

 

No solamente tenemos grandes razones de vivir regocijando nos, sino que Pablo sabia que nuestro gozo en el Se�or, es nuestra fuerza.

 

Y por supuesto cuando estamos gozosos, aun durante las aflicciones, seremos firmemente establecidos.

 

5) Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Se�or est� cerca.

 

Cuando dice el Se�or est� cerca, quiere decir que est� cerca para ayudar, para escuchar a nuestras oraciones.

 

Y cuando toda la gente vean a nosotros, en Cristo, aguantando diferentes aflicciones sin colapsar en la derrota, ellos tambi�n van a preguntar,

 

��Pero de donde sacan esa gente su gozo inquebrantable?�.  Y ser� una forma de evangelismos, sin palabras.

 

Y ahora, nos va a explicar, pr�cticamente, c�mo crecer en esa firmeza.

 

6) Por nada est�is afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oraci�n y ruego, con acci�n de gracias.

 

Tenemos que responder con toda forma de oraci�n, todo el tiempo, rogando a Dios por su ayuda, creyendo que �l est� cerca como hay prometido, y que se va a responder.

 

6-7) Por nada est�is afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oraci�n y ruego, con acci�n de gracias.  Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardar� vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jes�s.

 

No vamos a intentar resolver todo, en nuestra propia fuerza, ni con nuestra propia sabidur�a.  En la humildad, reconoceremos r�pidamente, que muchos problemas son demasiadamente complejos para nosotros.

 

Pero son f�ciles con Dios.  �Amen? Y viviendo as�, en �l, los hermanos han vivido como los firmemente establecidos ya por siglos.

 

Una promesa del testamento antiguo�

 

Isa�as 26:3    T� guardar�s en completa paz a aquel cuyo

pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.

 

Y otra promesa en el testamento nuevo.

 

1 Pedro 5:6-7  Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de

Dios, para que �l os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre �l, porque �l tiene cuidado de vosotros.

 

Y una vez dando el asunto a Cristo, al Padre, al Esp�ritu Santo, deja lo con Dios, y no ocupes tu mente con un sin fin de preocupaciones.  Si conf�es en tu Dios, sabr�s que el tiene todo bajo control.  �Amen?

 

Ahora va a dar otra llave sumamente importante en nuestros tiempos, para crecer en la fortaleza.

 

8) Por lo dem�s, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.

 

Hay que prestar atenci�n a lo que dejes entrar en tu mente.  Y esto est� especialmente aplicable a nuestros tiempos en que hay toda forma de entretenimiento, de noticias, de pornograf�a, de violencia, hasta en tu propio tel�fono.

 

Otra vez al verso�

 

8) Por lo dem�s, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.

 

Si no tienes algo de discernimiento en lo que mires, en las pantallas, de los que escuchas en la m�sica, de tus usos de los medio sociales, es como dar el volante de tu vida al diablo diciendo, �Lleva mi a donde quieres, estoy en tus manos.�

 

Y hay millones fuera y dentro de las iglesias que vivan como inestables porque sus mentes ya est�n llenas de las contaminaciones de una cultura podrida.  pausa

 

�Y de que est�s permitiendo para tus hijos?

 

8) Por lo dem�s, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.

 

Si vas a dejar a tus hijos llenar sus mentes con lo que sea, despu�s de recibir un mont�n de conceptos falsos en las escuelas del gobierno, no te sorprendes cuando salgan con vidas completamente ingobernables.

 

Ser� como decir al diablo, �Yo se que cuando eran peque�os, los presentamos delante de todos, en la iglesia, como que eran hijos de Dios, pero claro, ahora son tuyos�.

 

 

9) Lo que aprendisteis y recibisteis y o�steis y visteis en m�, esto haced; y el Dios de paz estar� con vosotros.

 

La vida de Pablo servia de un ejemplo, no era prefecto, pero era maduro, y como hemos visto en toda esta ep�stola, andaba como uno que estaba firmemente establecidos.

 

10) En gran manera me goc� en el Se�or de que ya al fin hab�is revivido vuestro cuidado de m�; de lo cual tambi�n estabais sol�citos, pero os faltaba la oportunidad.

 

Esta iglesia obviamente ayudaba mucho a Pablo.  Pero por un rato, se pasaban por dificultades, y esto no era posible.

 

Pablo no se quejaba, pero conclu�a que ellos simplemente no ten�an los recursos de antes.

 

Pero con esto va a introducir otro poderos�simo elemento de la firmeza espiritual.

 

11) No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situaci�n.

 

Pablo no era naturalmente contento.  Dando su testimonio, un poco en el libro de Romanos, se inclinaba algo, antes, a la codicia.

 

Romanos 7:7    �Qu� diremos, pues? �La ley es pecado? En

ninguna manera. Pero yo no conoc� el pecado

sino por la ley; porque tampoco conociera la

codicia, si la ley no dijera: No codiciar�s.

 

Como todo fariseo perdido, antes de estar en Cristo, le gustaba demasiadamente, las riquezas materiales.

 

Pero aprendiendo confiar en la providencia de Dios, todo esto cambiaba.

 

11-12) No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situaci�n.  S� vivir humildemente, y s� tener abundancia; en todo y por todo estoy ense�ado, as� para estar saciado como para tener hambre, as� para tener abundancia como para padecer necesidad.

 

Esto es el sumo gozo. 

 

 

Sabiendo que Dios iba a proveer, en todo, cada circunstancia era una curiosidad, aprendiendo otra sorpresa en la manera en que Dios siempre suplir� nuestras necesidades.

 

La vida jam�s era aburrida para �l, tampoco, porque siempre, en su universidad del contentamiento, se aprend�a otro aspecto de Dios, moviendo en maneras extra�as.  Como Cristo una vez mandaba a Pedro a encontrar una moneda en la boca de un pez.

 

Mateo 17:24-27 Cuando llegaron a Capernaum, vinieron a Pedro

los que cobraban las dos dracmas, y le dijeron: �Vuestro Maestro no paga las dos dracmas?

 

El dijo: S�. Y al entrar �l en casa, Jes�s le habl� primero, diciendo: �Qu� te parece, Sim�n? Los reyes de la tierra, �de qui�nes cobran los tributos o los impuestos? �De sus hijos, o de los extra�os?

 

Pedro le respondi�: De los extra�os. Jes�s le dijo: Luego los hijos est�n exentos.

 

Sin embargo, para no ofenderles, ve al mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que saques, t�malo, y al abrirle la boca, hallar�s un estatero; t�malo, y d�selo por m� y por ti.

 

Y as� ser� para ti, y para mi, hermanos, asistiendo en la universidad del contentamiento, observando las maneras extra�as en que Dios suplir� todo.

 

Una vez mas pero con el punto clave.

 

11-13) No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situaci�n.  S� vivir humildemente, y s� tener abundancia; en todo y por todo estoy ense�ado, as� para estar saciado como para tener hambre, as� para tener abundancia como para padecer necesidad.  Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

 

Otra vez, la soluci�n es Cristo-c�ntrica.  Hay poder grande en �l, hay sabidur�a ilimitada en �l.  Y toca a nosotros aprender vivir en �l.  Tu uni�n y tu comuni�n con Cristo es la llave de todo.  Aprendiendo bien esto, vivir�s como uno que est� firmemente establecido.

 

14) Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulaci�n.

 

Pablo no tenia que tener su ayuda para sobrevivir.  Nuestro Dios jam�s est� en la bancarrota.  Pero era mejor para todos que ellos ejercen su fe as�.

 

15-16) Y sab�is tambi�n vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicaci�n del evangelio, cuando part� de Macedonia, ninguna iglesia particip� conmigo en raz�n de dar y recibir, sino vosotros solos; pues aun a Tesal�nica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades.

 

Se ayudaban a Pablo varias veces, aun cuando ellos no ten�an grandes recursos.  Y Pablo jam�s lo olvidaba.  Y ahora siendo en las escrituras, el mundo Cristiano jam�s nos vamos a olvidar.

 

17) No es que busque d�divas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta.

 

Esto es lo que Pablo realmente deseaba, las evidencias en ellos, los frutos de la fe, en la obediencia.

 

18) Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios.

 

En el nuevo testamento, no tenemos los sacrificios de los animales, pero claro hay otra forma de sacrificio.

 

Pero estos sacrificios no son s�mbolos del perd�n de pecados, sino que son evidencias de la gratitud en nuestros corazones por el amor que Dios ha derramado sobre nosotros.

 

19) Mi Dios, pues, suplir� todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jes�s.

 

Esto es otra gran promesa, otro gran ladrillo en la casa del contentamiento, y la fortaleza, la firmeza contante.

 

Viviendo en la fe, avanzando en la obediencia, Dios ha prometido suplir todas nuestras necesidades, no casi, casi, sino conforme a la requisa en la gloria de Cristo Jes�s.

 

20) Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Am�n.

Esta es la manera buena de terminar una carta, con la alabanza, con la adoraci�n al que nos ha amado tanto.

 

21) Saludad a todos los santos en Cristo Jes�s. Los hermanos que est�n conmigo os saludan.

 

Otra vez, los hermanos no estaban llamados Cristianos, sino los santos.

 

La palabra Cristiano solamente aparece tres veces en toda la Biblia.

 

Y si cuentas la veces de que se hablan de nosotros como los que est�n �en Cristo� es mas que cien veces.

 

En fin es mas B�blico llamar a los hermanos, santos, y es mas glorioso llamar nos, los que est�n, �en Cristo�, terminando la carta con la perspectiva Cristo-c�ntrica.

 

22) Todos los santos os saludan, y especialmente los de la casa de C�sar.

 

A estas alturas Pablo tenia convertidos, en Cristo, aun en la casa del emperador.  Y esto era la manera en que poco a poco tomamos el dominio sobre el imperio romano.

 

23) La gracia de nuestro Se�or Jesucristo sea con todos vosotros. Am�n.

 

La gracia siempre es una bendici�n sublime, porque el poder de la gracia es lo que nos ense�a a obedecer naturalmente, a desear la vida santa, escapando de las porquer�as de este mundo. En Cristo, el yugo es f�cil, y la carga es ligera.

 

*======================= Conclusi�n ========================*

 

La carta ha sido un mensaje de grande gozo, y de instrucci�n practica.  Y en este capitulo final, hemos aprendido que Dios tiene gran amor por cada uno de nosotros.

 

Y Dios no quiere vernos destruyendo nuestra salud con las preocupaciones constantes, sino que quiere vernos establecidos, andando como los que est�n firmemente establecidos.

 

 

 

Quiero terminar con un pasaje de las palabras mismas de Cristo Jes�s, despu�s de lo cual puedes pasar para pedir oraci�n, al fin del servicio, si aun no has graduado de la universidad del contentamiento.

 

Mateo 6:25-34  Por tanto os digo: No os afan�is por vuestra

vida, qu� hab�is de comer o qu� hab�is de beber; ni por vuestro cuerpo, qu� hab�is de vestir. �No es la vida m�s que el alimento, y el cuerpo m�s que el vestido?

 

26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. �No val�is vosotros mucho m�s que ellas?

 

27 �Y qui�n de vosotros podr�, por mucho que se afane, a�adir a su estatura un codo?

 

28 Y por el vestido, �por qu� os afan�is? Considerad los lirios del campo, c�mo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salom�n con toda su gloria se visti� as� como uno de ellos.

 

30 Y si la hierba del campo que hoy es, y ma�ana se echa en el horno, Dios la viste as�, �no har� mucho m�s a vosotros, hombres de poca fe?

 

31 No os afan�is, pues, diciendo: �Qu� comeremos, o qu� beberemos, o qu� vestiremos?

 

32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que ten�is necesidad de todas estas cosas.

 

33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os ser�n a�adidas.

 

34 As� que, no os afan�is por el d�a de ma�ana, porque el d�a de ma�ana traer� su af�n. Basta a cada d�a su propio mal.

 

Vamos a Orar