31 de enero de 20

Las Distracciones Catastr—ficas

Colosenses 2:1-23

 

Estudiando los casos actuales de hermanos y hermanas oprimidas por esp’ritus malvados, hay un caso que nos ense–a mucho.

 

Una hermana joven, estaba gozosa, creciendo en el Se–or, pero sus amigas dijeron mucho, ŇNo, pero si realmente quieres estar bien con el Se–or, es necesario recibir el don de las lenguas, sin esto realmente no has llegado aunÓ.

 

DespuŽs de escuchar esto muchas veces, se pasaba al frente finalmente en una cierta iglesia para rogar por esto, y se ca’a en el suelo, despuŽs de hablar en alguna forma de lengua.  pausa Luego se fue a casa.

 

Pero su vida cambiaba poco a poco.  Se tenia menos deseos de alabar, de orar, de avanzar en la palabra.  Y pasando el tiempo se daba rienda suelta a sus deseos carnales, y sabia que algo estaba mal.

 

Cuando se fue a un consejero, con buena experiencia en estas cosas, se descubrieron, que un esp’ritu tenia cierto control en su vida.  No voy a decir que era pose’da, pero si estaba bajo una fuerte influencia, y control.

 

El consejero sabia c—mo interrogar al esp’ritu, y preguntaba c—mo se ha ganado ese control sobre ella, y se respond’aÉ

 

Ň!Ella me invitaba!Ó, es que se cre’a que tenia derechos con ella.

 

ŇŔPero como es posible que ella te invitaba?Ó  Preguntaba el ministro.?

 

ŇEs que ella tenia a Cristo, pero dijo que deseaba, mas.Ó

 

Y con esto hab’a un arrepentimiento, y el esp’ritu fue expulsado, pero es un buen ejemplo de una distracci—n catastr—fica.

 

Y San Pablo sabia que esto era un truco del diablo, venir a los hermanos, a las hermanas que andan creciendo, pero presentando les una distracci—n, que puede traer su ruina.

Y en la iglesia de Colosas, tambiŽn las distracciones estaban llegando y para ayudar a Epafras, San Pablo tomaba cartas en el asunto.

 

Continuando lo del primer capituloÉ

 

1) Porque quiero que sep‡is cu‡n gran lucha sostengo por vosotros, y por los que est‡n en Laodicea, y por todos los que nunca han visto mi rostro;

 

Vimos la ultima vez que aunque Pablo aun no ha visitado a esa iglesia, se desarrollaba un gran amor por ellos.  Y estaba dispuesto a luchar, en las luchas espirituales para ellos, y ahora menciona otra iglesia, la de Laodicea.

 

Y tal vez tu has escuchado de esa otra iglesia porque fue mencionada mas tarde, pero en tŽrminos no tan favorables.

 

Apocalipsis 3:14-17  Y escribe al ‡ngel de la iglesia en

Laodicea: He aqu’ el AmŽn, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creaci—n de Dios, dice esto:

 

Yo conozco tus obras, que ni eres fr’o ni caliente. !!Ojal‡ fueses fr’o o caliente!

 

Pero por cuanto eres tibio, y no fr’o ni caliente, te vomitarŽ de mi boca.

 

Porque tś dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tś eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.

 

Que quiere decir que los errores, s’ avanzaban entre ellos de tal manera que las distracciones ya eran casi catastr—ficas.

 

2) para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo,

 

Pablo deseaba amonestar, instruir, empleando toda su experiencia y su sabidur’a divina, para proteger a esa iglesia joven, de los ataques que ven’an.  Se ten’an que estar unidos y dedicados a enfocar en Cristo, como la persona mas importantes en sus vidas.

3) en quien est‡n escondidos todos los tesoros de la sabidur’a y del conocimiento.

 

Los peligrosos iban a venir con otras ofertas de sabidur’a que iban parecer atractivas, pero serian todas trampas.  Para avanzar en el conocimiento, ten’an que confiar en la palabra de Dios y en el Esp’ritu Santo, y no responder como ingenuos delante de toda doctrina nueva, ofrecida con entusiasmo.

 

4) Y esto lo digo para que nadie os enga–e con palabras persuasivas.

 

As’ vienen los enga–os, y el mismo pasa en nuestros tiempos.  Hemos visto como mucha gente, miles y miles han estado enga–ados en las secta de Guadalajara MŽxico, llamado la luz del mundo.

 

Aun antes del gran esc‡ndalo sexual que puso su l’der en la c‡rcel aqu’ cerca, nosotros tuvimos que aprender de ellos porque tropezamos con ellos en Santa Ana.

 

Y para ellos, todo era Naas—n Joaqu’n Garc’a, hasta que en su ŇevangelismoÓ entre comillas, dijeron que uno tenia que recibir a Joaqu’n.

 

Y es muy triste, porque muchos son buena gente, que tratan de vivir bien, como ellos entiendan la moralidad, pero saben algo de sus Biblias.

 

Pero tr‡gicamente, est‡n enga–ados por una distracci—n catastr—fica.

 

5) Porque aunque estoy ausente en cuerpo, no obstante en esp’ritu estoy con vosotros, goz‡ndome y mirando vuestro buen orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo.

 

Cuando entra la mala doctrina, tarde o temprano el buen orden se va a fracasar, porque la gente van a entristecer al Esp’ritu Santo de Dios.

 

Efesios 4:30   Y no contristŽis al Esp’ritu Santo de Dios,

con el cual fuisteis sellados para el d’a de la redenci—n.

 

Y si Pablo daba esa amonestaci—n, es porque era algo que estaba pasando con algunos.

 

6-7) Por tanto, de la manera que habŽis recibido al Se–or Jesucristo, andad en Žl; arraigados y sobreedificados en Žl, y confirmados en la fe, as’ como habŽis sido ense–ados, abundando en acciones de gracias.

 

Como hemos recibido a Cristo, tenemos que caminar en Žl, en uni—n y comuni—n con Žl, no dejando que otras cosas ni otros personas se entremetan.

 

Tenemos que desarrollar el deseo de vivir una vida Cristo- cŽntrico, porque solamente cerca del Žl, seremos seguros.

 

Las tentaciones vendr‡n, y ser‡n en paquetes atractivos, con personas atractivas, pero tenemos que rogar por el discernimiento para resistir.

 

8) Mirad que nadie os enga–e por medio de filosof’as y huecas sutilezas, segśn las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no segśn Cristo.

 

Los ataques tambiŽn pueden venir por la cultura, y sus conceptos nuevos de la moralidad sexual, o de genero.

 

Y los enga–ados est‡n en todos lados, formando su cosmovisi—n, no de las escrituras, sino de lo que dice una cultura cada vez mas podrida. 

 

Y esto ya estaba pasando ya, y por lo tanto Pablo dijoÉ

 

1 Corintios 6:9-11   ŔNo sabŽis que los injustos no heredar‡n

el reino de Dios? No errŽis; ni los fornicarios, ni los id—latras, ni los adślteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones,  ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredar‡n el reino de Dios.

 

Y esto erais algunos; mas ya habŽis sido lavados, ya habŽis sido santificados, ya habŽis sido justificados en el nombre del Se–or Jesśs, y por el Esp’ritu de nuestro Dios.

 

Estos asuntos jam‡s van a cambiar, pero habr‡ hermanos siempre que caigan en el enga–o, y sufran por sus distracciones catastr—ficas.

8) Mirad que nadie os enga–e por medio de filosof’as y huecas sutilezas, segśn las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no segśn Cristo.

 

Y se pudiera predicar volśmenes sobre este verso porque no est‡ hablando solamente de asuntos religiosos sino de toda forma de enga–o como la evoluci—n, y la edad del mundo.

 

Y he escuchado a varios testimonios de hermanas y hermanas de que fue sumamente dif’cil quedar se en la fe, cuando se asist’an a las universidades estatales, que en este pa’s ahora, est‡n llenas de huecas sutilezas, que siempre est‡n cambiando. 

 

Y escucho a muchos padres quejando, hermanos de otras iglesias ya, que cuando hablan con sus hijos que son j—venes del estado, indoctrinados por el estado, solamente se pelean, y los j—venes se faltan el respeto a sus padres.

 

En este pa’s, ahora esto es casi normal.

 

Pero regresando a Cristo, que es la soluci—nÉ

 

9-10) Porque en Žl habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros est‡is completos en Žl, que es la cabeza de todo principado y potestad.

 

Tenemos que recordar que en Cristo, estamos ya completos.  Con la palabra de Dios, ya podemos entender correctamente la moralidad sexual, o cualquier otra forma de moralidad.

 

Y viviendo en Cristo, que es Dios en carne, podemos avanzar en la seguridad, resistiendo las distracciones que vienen ya por todos lados.

 

11) En Žl tambiŽn fuisteis circuncidados con circuncisi—n no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisi—n de Cristo;

 

Ya vimos que muchos errores y distracciones vinieron por los jud’os, que dijeron que estaban bien tener a Cristo, pero para realmente estar bien con Dios tenia que tambiŽn tener la circuncisi—n.  Y Pablo tuvo que luchar contra esto con toda su fuerza.

 

 

 

Hechos 15:1    Entonces algunos que ven’an de Judea ense–aban

a los hermanos: Si no os circuncid‡is conforme al rito de MoisŽs, no podŽis ser salvos.

 

Esta fue la distracci—n cl‡sica para desviar a los nuevos hermanos de su fe en Cristo.  Como en la introducci—n de este mensaje, el enemigo dijo, ŇTu tienes a Cristo, est‡ bien,  pero esto no es suficiente, hay que buscar algo masÓ.

 

Pero el prop—sito del circuncisi—n en el testamento antiguo no era solamente de la carne, sino del coraz—n.

 

Jerem’as 4:4   Circuncidaos a Jehov‡, y quitad el prepucio de

vuestro coraz—n, varones de Jud‡ y moradores de JerusalŽn; no sea que mi ira salga como fuego, y se encienda y no haya quien la apague, por la maldad de vuestras obras.

 

Y en este verso, nos dice que en Cristo, ya tenemos el coraz—n circuncidado, y esto es todo.

 

11-12) En Žl tambiŽn fuisteis circuncidados con circuncisi—n no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisi—n de Cristo; sepultados con Žl en el bautismo, en el cual fuisteis tambiŽn resucitados con Žl, mediante la fe en el poder de Dios que le levant— de los muertos.

 

Ya la circuncisi—n no est‡ aplicable a nosotros sino el bautismo.  Pero el enemigo estaba llegando, resistiendo la verdad y lanzando sus distracciones peligrosas.

 

13-14) Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisi—n de vuestra carne, os dio vida juntamente con Žl, perdon‡ndoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que hab’a contra nosotros, que nos era contraria, quit‡ndola de en medio y clav‡ndola en la cruz,

 

No tenemos que prestar atenci—n a los reglamentos ceremoniales del testamento antiguo, ni sus sacrificios, ni su calendario, porque todo esto fue cancelado, clavado en la cruz con el cuerpo de Cristo.

 

15) y despojando a los principados y a las potestades, los exhibi— pśblicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.

 

 

Y esto refuta otro error.  Muchos creyeron que Cristo estaba derrotado en la cruz.  Pero esto es mentira, el diablo estaba derrotado en la cruz.

 

Como David cortaba la cabeza de Goliat con su propia espada, Cristo aplastaba el diablo con su propia muerte.

 

Hebreos 2:14-15 As’ que, por cuanto los hijos

participaron de carne y sangre, Žl tambiŽn particip— de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que ten’a el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.

 

La cruz no era una derrota, sino que era el mecanismo divino de conseguir la victoria.

 

1 Corintios 1:18-23  Porque la palabra de la cruz es locura a

los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.

Pues est‡ escrito:

    DestruirŽ la sabidur’a de los sabios,

    Y desecharŽ el entendimiento de los

                         entendidos.

 

ŔD—nde est‡ el sabio? ŔD—nde est‡ el escriba? ŔD—nde est‡ el disputador de este siglo? ŔNo ha enloquecido Dios la sabidur’a del mundo?

 

Pues ya que en la sabidur’a de Dios, el mundo no conoci— a Dios mediante la sabidur’a, agrad— a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicaci—n.

 

Porque los jud’os piden se–ales, y los griegos buscan sabidur’a; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los jud’os ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura;

 

A Cristo crucificado, a Cristo crucificado, a Cristo crucificado, y esto es todo.

1 Corintios 2:2 Pues me propuse no saber entre vosotros

cosa alguna sino a Jesucristo, y a Žste crucificado.

 

Vivir en Cristo, en uni—n y comuni—n con el Se–or es la protecci—n en contra de toda distracci—n catastr—fica.

 

16-17) Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a d’as de fiesta, luna nueva o d’as de reposo,

todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo.

 

Esto fue para confirmar que todas las reglas ceremoniales del pacto de MoisŽs no aplican a nosotros, algo que hemos aprendido ya.

 

Pero hay otro error.  Algunos vienen, hombres buenos, pero bajo la influencia de Manuel Lacunza, algunos interpretan esto como cancelando el cuatro mandamiento sobre el d’a de reposo.

 

El error es relativamente nuevo en la historia de la iglesia.

 

Pero solamente tienes que recordar que el d’a de reposo vino no de la ley de MoisŽs, sino de los primeros paginas de la Biblia.

 

Cuando habla de Ňd’asÓ plural, Ňd’as de reposoÓ, est‡ hablando del calendario antiguo de los jud’os.

 

18-19) Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto a los ‡ngeles, entremetiŽndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal,

y no asiŽndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriŽndose y uniŽndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios.

 

Esto no es tan dif’cil de entender.  Existe una humildad falsa que habla as’. 

 

ŇÁOH, pero yo no soy nadie para orar directamente a Dios!Ó

 

ŇLejos de mi presumir algo semejante.  Sino yo voy a irme a Dios por medio de Mar’a, o por medio que este santo, o por medio de los ‡ngeles.Ó

 

 

Pero en el Padre Nuestros estamos mandados a venir al Padre en el nombre de Cristo.  ŔAmen?

 

Una vez tuve la dicha de predicar a muchos de la secta Ňluz del mundoÓ porque ellos estaban en nuestra esquena en Santa Ana.  Y mi texto eraÉ

 

1 Timoteo 2:5-6 Porque hay un solo Dios, y un solo

mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a s’ mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.

 

No es necesario tener a Joaqu’n, ni a Mar’a, ni a ningśn otro para acercar te a Dios.  Te vienes por Cristo, tu salvador y tu Se–or, y esto es todo.

 

20-22) Pues si habŽis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, Ŕpor quŽ, como si vivieseis en el mundo, os sometŽis a preceptos tales como: No manejes, ni gustes, ni aun toques (en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres), cosas que todas se destruyen con el uso?

 

Varias de nuestras hermanas aqu’ y en MŽxico han sido reprendidas por evangelizar y pasar folletos pero llevando pantalones y no una falda.

 

Otros han sido informados que si se fueron bautizados en el nombre de Padre, del Hijo y del Esp’ritu Santo entonces que no vale, sino que solamente te mojaste.   Aunque esto es lo que Cristo mandaba terminando el libro de Mateo.

 

Otros han sido atacado con, ŇPero tu te casasteis solamente por las autoridades del estado y no por la iglesia, tu matrimonio no es completamente adecuado.Ó

 

Y cuando vienen todo esto a ti hermano, hermana, solamente pidan que se muestran donde dice todo esto en las escrituras.

 

Y si abran a sus Biblias pero con argumentos muy torcidos, puedes decir, lo siento, tu opini—n no est‡ justificada por lo que me has le’do. Y ya, no tienes que preocupar te mas por el ataque.

 

 

 

23) Tales cosas tienen a la verdad cierta reputaci—n de sabidur’a en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne.

 

Hermanos los mormones, los testigos de Jehov‡, y los de luz del mundo pueden dar cierta apariencia de santidad, pero est‡ fingida.  Es una fraude.

 

Pero tu, sabiendo tu Biblia, ampliamente, y viviendo cerca de Cristo, con tus ra’ces en la sana doctrina, puedes continuar en la paz y en toda tranquilidad. ŔAmen?

 

 

Vamos a Orar