7 de febrero de 20

Caminando En Poder

Colosenses 3:1-25

El capitulo de hoy ha sido el favorito de muchos santos famosos en la historia de la iglesia. 

 

Misioneros que han llevado la fe a otros continentes, por primera vez, los que han levantado grandes instituciones para el Se–or, como las universidades o hasta las cadenas de orfanatos, han dicho que con el contenido de este capitulo, han aprendido c—mo caminar en el poder de Dios, en contra de toda forma de oposici—n.

 

Recordando que San Pablo estaba preocupado por esta iglesia en Colosas, siendo bajo un ataque fuerte de los expertos en el enga–o doctrinal. 

 

En el ultimo capitulo dijo que otra iglesia, la de Laodicea, tambiŽn estaba en sus oraciones, pero sabemos, llegando al libro de Apocalipsis, que aquella iglesia estaba tan tibia que Cristo deseaba vomitar la de su boca.  pausa

 

Y esto nos ense–a que no podemos simplemente presumir que la fe y el crecimiento ser‡ f‡cil y sin las agresiones del malvado en nuestra contra.

 

1) Si, pues, habŽis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde est‡ Cristo sentado a la diestra de Dios.

 

Tenemos que recordar quienes somos, y lo que hemos estados llamados a lograr.  El mundo nos ofrecer‡ un mont—n de distracciones, cada cual como un paquete atractivo.

 

El mismo MoisŽs estaba ofrecido toda forma de deleite, pero sabiendo quien era en el Se–or, tenia que fijar sus ojos en el prop—sito actual de su vida.

 

Hebreos 11:24-26     Por la fe MoisŽs, hecho ya grande, rehus—

llamarse hijo de la hija de Fara—n,  escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado,

teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque ten’a puesta la mirada en el galard—n.

El mundo ofrec’a a MoisŽs una vida f‡cil, sin las grandes luchas espirituales.  pausa  Pero no, sino que el hombre de Dios sabia que tenia cosas mas importantes que hacer.

 

2) Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.

 

Hay que buscar primeramente el riendo de Dios y su justicia, y Dios estar‡ asegurando de que tu, y los tuyos tengan todo lo que necesitan, sin salir del camino santo.

 

3) Porque habŽis muerto, y vuestra vida est‡ escondida con Cristo en Dios.

 

Tenemos que recordar lo que ha pasado en nuestro Bautismo.  Hemos celebrado nuestra comuni—n en la muerte de Cristo.

 

Romanos 6:3    ÀO no sabŽis que todos los que hemos sido

bautizados en Cristo Jesœs, hemos sido bautizados en su muerte?

 

El viejo yo ya est‡ muerto, ahora tu poder, y tu identidad verdadera ya est‡ en Cristo, con Cristo, unido a Cristo.

 

Y hay que pedir a Dios que esto sea tu manera de pensar.

 

4) Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros tambiŽn serŽis manifestados con Žl en gloria.

 

Aun si algo de tu pasado ha sido con el diablo, ya tienes que estar seguro de que tu futuro est‡ con el Se–or.

 

Es que tienes grande gloria en tu futuro, y no tiene sentido regresar otra vez al lodo sucio de este mundo, como Pedro nos ha presentado con el perro o el cerdo, regresando a su suciedad.

 

5) Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicaci—n, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatr’a;

 

Toca a nosotros, cooperar con Dios, con el deseo, de matar estas malignidades que pueden aun estar en nuestra carne.

 

Han salido muchas analog’as sobre este proceso, pero lo que realmente ha agarrado mi atenci—n es la comparaci—n con los tumores de la malignidad de un c‡ncer agresivo.

Hay que considerar el deseo por la inmoralidad sexual, por ejemplo, como un c‡ncer, un tumor que puede matar te.  Y aunque el tratamiento de la quimioterapia es incomodo, lo tienes que hacer, pausa, de otra manera la malignidad del tumor te puede matar.

 

Cristo hablaba as’, en lo que se pudiera aplicar al problema moderno de la pornograf’aÉ

 

Mateo 5:29 Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasi—n de

caer, s‡calo, y Žchalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.

 

Claro, no est‡ pidiendo de que te sacas literalmente el ojo de tu cara, sino que si te entiendes que la actividad quiere destruir te, entonces tienes que responder a la situaci—n como contra un enemigo mortal.

 

5-7) Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicaci—n, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatr’a; cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en las cuales vosotros tambiŽn anduvisteis en otro tiempo cuando viv’ais en ellas.

 

Tal vez tu eras un hijo de desobediencia antes, pero ahora, en Cristo, todo esto no tiene lugar en tu vida, y lo tienes que considerar como algo sumamente sucio y peligroso.

 

Tienes que recordar quien eres, y a quien sirves, y no estar lejos de la batalla, como David cuando se ca’a en el pecado con BetsabŽ, que le costaba la vida de cuatro de sus hijos queridos.

 

Y es el mismo con el amor del dinero.  El dinero es una buena herramienta, que todos nosotros tenemos que usar.  Pero si se convierta en tu obsesi—n, en tu Se–or, entonces el peligro est‡ llegando.

 

8) Pero ahora dejad tambiŽn vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.

 

Aprendiendo esto, hermano, y claro tomar‡ su tiempo, pero aprendiendo como caminar as’, caminar‡s en gran poder.  Porque todo el mundo sabr‡ que hay algo diferente en ti.

 

Antes que nada honrar‡s a Dios, quien merece toda la gloria, pero ser‡s bien œtil en sus manos para avanzar su reino, conforme a los dones que Dios te ha dado.

 

9-10) No mint‡is los unos a los otros, habiŽndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo cre— se va renovando hasta el conocimiento pleno,

 

ÁTienes que recordar quien eres!  Aunque vives en este mundo ya no eres parte de este mundo.

 

Las mentiras son para los que sigan el padre de las mentiras. Nosotros andamos con los lomos ce–idos con la verdad, que es gran parte de la armadura, de hecho es el primer elemento mencionado.

 

Cristo mismo en la verdad en persona.  ÀY como vamos a vivir en contra de Žl? ƒl siendo todo para ti.

 

11) donde no hay griego ni jud’o, circuncisi—n ni incircuncisi—n, b‡rbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos.

 

Ya estamos parte de un gran movimiento global.

 

Yo conozco hermanos que viajan mucho a otros pa’ses, de la çfrica, As’a, o el medio oriente.

 

Yo he tenido el gran privilegio de ir a SudamŽrica, a Centro America, a MŽxico.

 

Y instantemente te sientes que los hermanos, las hermanas de muy, muy lejos, tienen una amistad instante contigo, porque son hermanos en Cristo.

 

Y ningœn hermano es superior ni inferior por su etnia, o por la tecnolog’a, o la riqueza de su pa’s.  Sino que se siente una igualdad autom‡tica, en el amor de Cristo.

 

El mundo no sabe nade de esa unidad sobre natural.

 

12) Vest’os, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entra–able misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;

 

 

Hay religiones en que se llevan cierta ropa distinguida, o coberturas de sus cabezas.

 

Pero nosotros estamos llamados a llevar las virtudes como nuestra ropa de distinci—n.

 

Si somos ya los escogidos de Dios, hay que vestir nos como los escogidos de Dios.

 

Otra vez el texto.

 

12) Vest’os, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entra–able misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;

 

Y haciendo esto la gran prioridad de tu vida, vas a descubrir que la relaciones humanas ya son mas f‡ciles.

 

12-13) Vest’os, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entra–able misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soport‡ndoos unos a otros, y perdon‡ndoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdon—, as’ tambiŽn hacedlo vosotros.

 

El diablo desea ver los a hermanos en sus contiendas, en sus resentimientos, como que el diablo estar’a calentando sus manos por el fuego de nuestros conflictos.  pausa

 

Pero aprendiendo de este capitulo y luchando para poner todo en practica, podemos frustrar sus dise–os nefarios.

 

14) Y sobre todas estas cosas vest’os de amor, que es el v’nculo perfecto.

 

Y cuando hablamos del amor, lo tenemos que definir de manera b’blica.  No estamos hablando del amor de las novelas, ni el amor de las canciones mundanas, sino que estamos hablando del amor presentado en el capitulo trece de Primero Corintios.

 

1 Corintios 13:1-7   Si yo hablase lenguas humanas y

angŽlicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o c’mbalo que reti–e.

 

 

 

Y si tuviese profec’a, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.

 

Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.

 

El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;

 

no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.

 

Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

 

Hermano, hermana, si te puedes aprender caminar en este amor, caminar‡s en el poder, y Dios te usar‡ grandemente.  Pero toca a ti, cooperar en la preparaci—n. ÀAmen?

 

15) Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.

 

Cuando entiendes, con profundidad lo que Cristo hizo para ti, en la cruz, sufriendo en tu lugar, por todas tu transgresiones, pausa tendr‡s una gratitud que ser‡ evidente a todos.

 

Pero hay que meditar en estas cosas, para realizar su impacto.

 

16) La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, ense–‡ndoos y exhort‡ndoos unos a otros en toda sabidur’a, cantando con gracia en vuestros corazones al Se–or con salmos e himnos y c‡nticos espirituales.

 

No ser‡ suficiente conocer un poquito de la palabra de Dios.

 

 

Sino que esa palabra tiene que morar en tu ser abundantemente.  Tienes que estar saturado en la palabra, especialmente en nuestros tiempos en que tanta gente odian la palabra y ense–an en su contra.

 

Si es tu deseo caminar en poder, ser‡ necesario escuchar la exhortaci—n a Josue, el gran guerrero para del Se–or.

 

JosuŽ 1:6-8    EsfuŽrzate y sŽ valiente; porque tœ repartir‡s

a este pueblo por heredad la tierra de la cual jurŽ a sus padres que la dar’a a ellos.

 

Solamente esfuŽrzate y sŽ muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo MoisŽs te mand—; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.

 

Nunca se apartar‡ de tu boca este libro de la ley, sino que de d’a y de noche meditar‡s en Žl, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en Žl est‡ escrito; porque entonces har‡s prosperar tu camino, y todo te saldr‡ bien.

 

Y no solamente ser‡ importante para ti, sino para tus hijos, porque si ellos asistan a las esuelas del gobierno, estar‡n todo el d’a, y en casi cada tarea, sacando de sus mentes la palabra que tu has sembrado.  Y estos demonios del estado tienen sus tŽcnicas muy sutiles.

 

Pero tenemos que vivir como el hombre de la primera parte de Salmos unoÉ

 

Salmos 1:1-3   Bienaventurado el var—n que no anduvo en

               consejo de malos,

               Ni estuvo en camino de pecadores,

               Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;

 

               Sino que en la ley de Jehov‡ est‡ su delicia,

               Y en su ley medita de d’a y de noche.

 

               Ser‡ como ‡rbol plantado junto a corrientes de

aguas, que da su fruto en su tiempo, Y su hoja   no cae; Y todo lo que hace, prosperar‡.

 

 

Si deseas vivir as’, caminando en poder, est‡ a tu alcance, pero tendr‡s que invertir el tiempo en el estudio, en la meditaci—n, y hablar de estas cosas en casa.   (Salmos)

 

17) Y todo lo que hacŽis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Se–or Jesœs, dando gracias a Dios Padre por medio de Žl.

 

Estamos llegando r‡pidamente a unos deberes finales de la familia, pero es importante lo que dice aqu’ de que tienes que hacer todo en el nombre del Se–or Jesœs.

 

Aun aplicando la disciplina a tus hijos, tienes que ser en el nombre de Cristo, explicando lo que haces, y orando sobre los castigos, con tus hijos.

 

Si te castigas r‡pidamente, en una rabia, sin la oraci—n y el nombre del Se–or, ser‡ f‡cil exasperar a tus hijos actuando como un mundano, y no como uno que est‡ andando en poder.

 

18) Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Se–or.

 

Esto no es nada popular en nuestros tiempos, pero esto es la manera en que Dios ha creado la familia.

 

Y si es tu plan, caminar en poder, hay que estructurar tu vida sobre la verdad.

 

1 Corintios 11:3     Pero quiero que sep‡is que Cristo es la

cabeza de todo var—n, y el var—n es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.

 

Esta es el orden divino, y los que caminan en poder, lo van a respetar.

 

1 Corintios 11:8-9   Porque el var—n no procede de la mujer,

sino la mujer del var—n, y tampoco el var—n fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del var—n.

 

Y se pudiera citar muchos versos mas.  Pero el punto es que por mas dif’cil que parece, hay que aceptar lo que Dios ha establecido, y resistir las modas perversas del mundo moderno, si es tu deseo caminar el poder.

 

19) Maridos, amad a vuestras mujeres, y no se‡is ‡speros con ellas.

 

Si el hombre ha recibido esa autoridad divina, tiene que estar cuidadoso de no abusar la.

 

Mirando a la noticia de Espa–a, es incre’ble la cantidad de lo que se llaman all‡ cr’menes de genero, en que hombres matan a sus amantares, a sus esposas, o las dejan bien golpeadas.

 

Pero esto es la manera del mundo.  Se rechazan lo que Dios nos ha mandado, pero esperan la bendici—n de todas maneras.

 

Y esto explica su frustraci—n perpetua.  No sabiendo que hacer con el criminen de genero.  Es que no tienen el sentido comœn de que cuando todo lo dem‡s falla, lean las instrucciones, que Dios te ha dado.

 

20) Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Se–or.

 

Si deseas caminar en poder, tu casa tiene que estar en orden.  Si deseas hablar con otros sobre el poder de Dios, ellos deben de ver lo primeramente en tu vida personal.

 

Proverbios 29:15     La vara y la correcci—n dan sabidur’a;

Mas el muchacho consentido avergonzar‡ a su madre.

 

Si la madre Cristiana se siente avergonzada del comportamiento de su hijo, entonces ella no est‡ caminando en poder, sino que otros poderes andan reinando en su vida.

 

Y se debe de empezar a estudiar lo que dice Dios, o hablar con hermanas que obviamente saben lo que hacen.

 

21) Padres, no exasperŽis a vuestros hijos, para que no se desalienten.

 

Si disciplinas en la carne, con una rabia, no en el nombre de Cristo y no orando con tu hijo peque–o, te puedes dejar a tu hijo bien herido.  Y tal vez en tu presencia, se fingir‡ la obediencia, pero fuera de tu presciencia, ser‡ bien rebelde aun.

 

 

Si no eres consistente en la disciplina, porque tu telŽfono es la prioridad de tu vida, entonces no te sorprendes cuando la vergŸenza viene.

 

ÀPero que vas a decir al Se–or?, ÒPero Se–or, estuve ocupada en el telŽfono, es que tuve asuntos urgentes en mis medios sociales.  ÁNo puedo estar corrigiendo a mis hijos en cada momento!Ó  ÀEsto ser‡ una buena justificaci—n?

 

22) Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con coraz—n sincero, temiendo a Dios.

 

Si deseamos caminar en el poder, tenemos que tener un testimonio excelente en el trabajo.  Si los mundanos roban unos minutos aqu’ y otros minutos all‡ no es una justificaci—n para ti, para hacer el mismo.

 

Aunque si tienes el peor jefe del mundo, es por la providencia del Se–or que Žl sea tu jefe, y toca a ti trabajar mejor que todos, porque en esto est‡s sirviendo  a Cristo, y caminando en poder.

 

23-24) Y todo lo que hag‡is, hacedlo de coraz—n, como para el Se–or y no para los hombres; sabiendo que del Se–or recibirŽis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Se–or serv’s.

 

Aunque cuando nadie mas te est‡ mirando, Dios te est‡ mirando, observando la manera en que tu lo representas en el lugar del trabajo.

 

Y si tu dices que aun no tienes ministerio en la iglesia, pausa, de todos modos eres ministro de tiempo completo en el trabajo. 

 

Y tu manera de servir, y tu manera de tratar a otros, y hablar de otros, ser‡ tu evangelismo, aun si jam‡s citas un vers’culo.

 

25) Mas el que hace injusticia, recibir‡ la injusticia que hiciere, porque no hay acepci—n de personas.

 

Estudiando los profetas, hemos visto la manera en que Dios jam‡s abandonaba a su pueblo.  Por la obediencia de Abraham, y por la obediencia que iba a venir en Cristo, Dios estaba siempre fiel.

Pero los injustos no salieron con la suya, sino que hab’an fuertes disciplinas.

 

Si tu ignoras toda llamada a la santidad, no ser‡ el fin de tu salvaci—n, pero si ser‡ el principio de tus dolores.

 

Hablando de la desenenddencia de David, dijo DiosÉ

 

2 Samuel 7:14-15     Yo le serŽ a Žl padre, y Žl me ser‡ a m’

hijo. Y si Žl hiciere mal, yo le castigarŽ con vara de hombres, y con azotes de hijos de hombres; pero mi misericordia no se apartar‡ de Žl como la apartŽ de Saœl, al cual quitŽ de delante de ti.

 

Pero hermano, hermana, ojala no deseas vivir as’, siempre bajo la vara y el azote.

 

Proverbios 13:15     El buen entendimiento da gracia;

Mas el camino de los transgresores es duro.

 

Y por esto, este capitulo ha sido el favorito de muchos grandes de la fe.  Es que muchos hermanos y hermanas han entendido que nuestro tiempo aqu’ es muy corto, y han deseado aprovechar el tiempo, en el d’a malo.

 

Y si es tu deseo, caminar en poder, y ver a tus hijos haciendo el mismo, puedes pasar en unos momentos y oraremos para ti.

 

Vamos a Orar